Brasil abre negociaciones en Nueva York con sus acreedores

Brasil, el país más endeudado del Tercer Mundo, inició ayer en Nueva York una tensa ronda de conversaciones con sus acreedores privados para reestructurar 9.500 millones de dólares en créditos cuyo vencimiento está previsto para la semana próxima. Las conversaciones neoyorquinas se consideran un test definitivo para juzgar la capacidad brasileña de pagar su deuda exterior (108.000 millones de dólares) y para conocer sus intenciones una vez que se suspendiera el pasado 20 de febrero el pago de intereses en 68.000 millones de dólares de su deuda privada.La delegación brasileña está encabezada por Francisco Gros, presidente del Banco Central. Dilson Funaro, ministro de Finanzas que se encuentra en Washington, tiene previsto unirse a las conversaciones el próximo martes. Funaro, que ha anticipado que no cambiará su plan económico expansivo por otro dirigido prioritariamente a controlar la inflación, tal como le exigen los bancos y el FMI, ha señalado como objetivo de las negociaciones bancarias la obtención de 4.000 millones de dólares al año en dinero fresco.

La actitud de la banca

Asegura que será capaz de conseguir otros 8.000 millones de dólares anuales a partir del superávit comercial que generará su plan económico presentado hace una semana en Brasilia que prevé un crecimiento anual del 7%. Funaro también negocia ayudas del FMI y del Banco Mundial.Varios bancos norteamericanos han situado el riesgo de Brasil en una categoría contable especial (substandar) que les obliga aprovisionar parcialmente los intereses no recibidos y que les crea importantes pérdidas trimestrales en sus balances. Este hecho ha irritado a los bancos y endurecido las negociaciones con Brasil, cuyo ministro de Finanzas también hace frente a las presiones de la Administración norteamericana y del presidente del Sistema Federal de la Reserva, Paul Volcker, para que se guíe por las normas establecidas.

Altos cargos del FMI, reunidos con Funaro a lo largo de esta semana dentro del contexto de las reuniones de primavera del FMI y Banco Mundial, han expresado su preocupación por los resultados prácticos de la política económica brasileña, que ha generado una inflación de más del 200% anual. Un funcionario del FMI aseguró ayer que Brasil tendrá que presentar un programa económico creible y antiinflacionista a sus acreedores si quiere recibir más dinero fresco.

[Por otra parte, el ministro argentino de Economía, Juan Vital Sourrouille, amenazó ayer claramente con suspender las negociaciones sobre deuda exterior con la banca acreedora, en un discurso ante el comité interino del FMI, informa Efe. "No es admisible que el estrecho interés privado de algunos bancos", dijo, "pretenda convertirse en un obstáculo insuperable para una política en la que estamos fundamentalmente de acuerdo y que hemos formalmente convenido con la comunidad internacional".

El Gobierno de Buenos Aires intenta refinanciar 26.000 millones de dólares a 19 años de plazo, con siete de gracia y el 0,81% sobre el libor (interés interbancario de Londres).