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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Atentado contra Pinochet

Con motivo de un acto celebrado el pasado martes sobre la violación de los derechos humanos en Chile, el diario que usted dirige daba cuenta del mismo, por cierto de forma en exceso breve y simplificadora, en el ejemplar correspondiente al día 8 de abril (página 24, edición de Barcelona), con un titular que dice El fiscal Jiménez Villarejo justifica el atentado contra el general Pinochet. Dado que tal afirmación no corresponde a la verdad de lo que dije y expuse en tal acto, le ruego la publicacióij de estas líneas para que luzca la verdad de mi posición que, desde luego, no coincide con la que se me atribuye.La intervención que tuve en dicho acto, en el que también participaron el doctor Bustos, catedrático de Derecho Penal, el señor Solé Sabarís y la señora Raquel Mejías, letrada de la Vicaría de Solidaridad, estuvo centrada en el análisis del marco institucional, a partir de la Constitución de 1980 y de sus disposiciones transitorias, en que se funda el régimen de violencia y represión sobre el pueblo chileno, que preside y dirige en general Pinochet. Desde unas leyes y unas instituciones que consagran el poder omnímodo del dictador, gobierna ininterrumpidamente con regímenes de excepción que suprimen de forma absoluta las garantías y libertades del pueblo. Así lo ilustran ampliamente los informes periódicos de la Vicaría de Solidaridad, cuya lectura sobrecoge a cualquier persona civilizada.

Sólo desde este contexto puede comprenderse que ciertos aspectos de una parte de la oposición chilena, como el atentado contra Pinochet, puedan suscitar juicios valorativos diversos sobre su legitimidad moral como acto de resistencia a la tirania. En todo caso, la estimación, como jurista demócrata, de que actos como aquél, por razón de sus fines, tienen un sentido "liberador" en cuanto tienden a superar el régimen de barbarie que domina en Chile, no significa bajo ningún concepto, ni así pudo desprenderse del conjunto de mi intervención, que estuviera justificando el atentado contra Pinochet en el sentido de considerarlo justo y legítimo. Porque, en efecto, no sólo no comparto ni apoyo tales métodos como medio para alcanzar una convivencia en libertad y democracia, sino que los rechazo abiertamente. Pero, cuando concrre una situación de extrema violencia sobre un pueblo, como es el caso de Chile tal como lo reconoce la Vicaría de Solidaridad, aquella posición es perfectamente compatible con la consideración de que quienes, desde fundamentos éticos y políticos distintos, aplican métodos violentos, están contribuyendo, aunque de una forma discutible, tanto moral como políticamente, al esfuerzo colectivo para acabar con la barbarie y recuperar la libertad. En este sentido es como hablé del atentado como "acto liberador", con independencia de sus resultados, valoracón que en modo alguno puede entenderse como una justificación del mismo

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