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Guillermo Iván y Blanca Astrid Páez

Una asombrosa capacidad para olvidar la tragedia del Nevado del Ruiz

Guillermo Iván, de seis años y Blanca Astrid, de siete, son dos niños colombianos que sobrevivieron al desastre del Nevado del Ruiz, un volcán que sepultó en lodo la población colombiana de Armero en 1985 y causó la muerte a más de 23.000 personas. Guillermo fue descubierto con vida agarrado a un tronco, por encima del lodo, 56 horas después de la tragedia. Blanca estuvo más de 70 horas con otras cinco personas hasta que la salvaron. Ninguno de los dos recuerda nada de aquellas horas. Ahora han venido a España invitados por los Reyes.Luz Rocío, de 29 años, madre de los niños, trabaja como funcionaria del Ministerio de Salud en Bogotá. Antes de la erupción los niños vivían en Armero con los abuelos, pero ahora están con su madre en Bogotá. Cuando Luz se fue a Armero a buscarles, encontró a su madre en otro pueblo, herida y desesperada: "Perdóname, hija, por haberte dejado perder los hijos. La ola les desapartó". Por eso la abuela creyó que sus nietos habían muerto. "Era el sálvese quien pueda, y mi madre estaba muy triste porque también había perdido a su marido y su padre", añade Luz, quien en todo momento presentió que sus hijos estaban vivos.

Al final, desde un helicóptero divisaron al niño, y después, en el otro extremo del pueblo, a la niña. Guillermo y Blanca están baqueteados del trajín del viaje a España y de que todo el mundo les pregunte cosas. Sólo se animan un poco cuando enumeran los regalos que les han hecho: a Guillermo una bicicleta y un equipo de ciclista; una pista (Scalextric), dos carros, un avión... A Blanca (que en realidad es una morenita de ojos negrísimos), una muñeca "que hace pis", otra "que mueve la boquita", y dos osos.

Su madre comenta que "aunque no recuerdan nada, de noche se sobresaltan cuando oyen un ruido muy fuerte. Sí sienten frío hay que levantarse a abrigarles y abrazarles porque lloran. Blanca está encantada con el "parque de diversiones" de Madrid y Guillermo deseando visitar el estadio Santiago Bernabéu, cosa que hizo ayer por la tarde.

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