Gorbachov acusa a la OTAN de volverse atrás de la 'opción cero' y pide a Occidente que se defina
El líder soviético, Mijail Gorbachov, acusó ayer a la OTAN de volverse atrás en la opción cero sobre los euromisiles, y afirmó que las próximas semanas mostrarán si Occidente quiere eliminar las armas nucleares de Europa o si intenta conservar, e incluso aumentar, los cohetes de alcance medio o sustituirlos por "algo semejante". Gorbachov se expresó así en una cena en honor de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, que se encuentra en Moscú desde el sábado.
Las palabras intercambiadas por ambos dirigentes durante la cena evidenciaron que ambos mantenían sus posiciones divergentes sobre las condiciones para un acuerdo sobre los misiles de alcance medio, la disuasión nuclear, los derechos humanos y el conflicto de Afganistán.Mientras la primera ministra británica elogió la política de reforrmas emprendida por Gorbachov y aseguró que éste le gusta por su "enfoque directo", el dirigente máximo de la Unión Soviética consideró "poco serio" que los países occidentales pretendan que la URSS cambie su sistema político como condición para confiar en ella.
Desarme y derechos humanos fueron los dos grandes temas del encuentro, de casi cuatro horas, mantenido por Mijail Gorbachov y Margaret Thatcher.
Mientras aquel insistía en la importancia fundamental del primero, la primera ministra británica había ligado ambas cosas considerando que el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos en el acta final de Helsinki, de la que la Unión Soviética es signatario, determinará el grado de confianza en las iniciativas de la dirección soviética incluidas las cuestiones de control de armamentos.
La Unión Soviética, según dijo Mijail Gorbachov, está dispuesta a dicutir casos individuales de derechos humanos aisladamente, pero insiste en un planteamiento global del problema en el marco de un foro dedicado al tema a celebrar en Moscú.
Desayuno con disidente
Para reafirmar su determinación Margaret Thatcher desayunará el miércoles con el disidente judío Josef Begun, uno de los presos políticos liberados recientemente en la Unión Soviética.Fuentes próximas al científico Andrei Sajarov creían que éste se entrevistará hoy con la primera ministra. Sajarov regresó ayer a Gorki, donde había pasado 10 días ordenando las pertenencias acumuladas durante el exilio de siete años concluido el pasado diciembre.
El encuentro entre Margaret Thatcher y Mijail Gorbachov había tenido un tono "amistoso" y "no sin polémica", decía la agencia oficial soviética Tass en una reseña de las conversaciones.
La reseña, en un tono más sofisticado que el habitual en estos tipos de visitas en el pasado, atribuía a Margaret Thatcher la convicción de que la Unión Soviética "va a sembrar el comunismo por todo el mundo" y de que el peligro de ataque a Europa Occidental por parte soviética continúa.
Gorbachov consideró como "muy importante" que la conversación hubiera sido "fuerte y a veces enzarzada". Fuentes británicas lo calificaban de "enérgico, franco", pero "nunca hostil".
Gorbachov, que presentó la aceptación de la opción cero por la Unión Soviética como una concesión, dijo que el paquete entre las armas estratégicas y la militarización del cosmos "no lo vamos a desligar jamás".
Reducir el desequilibrio
Margaret Thatcher insistió en que un acuerdo sobre los misiles de alcance medio debe contener limitaciones sobre los misiles de corto alcance. La primera ministra británica opinó que la próxima fase de las negociaciones debe ir destinada a reducir el desequilibrio del sistema de corto alcance, donde el Pacto de Varsovia tiene, según Margaret Thatcher, una "superioridad imponente de nueve en relación a uno".Mientras la primera ministra británica defendió la presencia de armamento nuclear en Europa como un elemento estabilizador que ha impedido la guerra durante 40 años, Gorbachov atacó el concepto de disuasión nuclear, calificándolo de "chantaje" y "sumisión a los intereses del militarismo".
El resumen dado por la agencia Tass del encuentro entre Mijail Gorbachov y Margaret Thatcher señalaba, con todo, que "como resultado del profundo intercambio de opiniones hay comprensión y proximidad de posiciones sobre el tema de la liquidación de los cohetes de alcance medio en Europa".
En relación a la guerra de Afganistán, ambos estuvieron de acuerdo en que el conflicto necesita de una solución política, pero Gorbachov acusó a Occidente de impedirla.
"Los soldados soviéticos volverán a casa en el marco de una regulación política", dijo el dirigente de la Unión Soviética, que insistió en el proceso de "reconciliación nacional y no aportó nuevos datos sobre el tema.
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