La mayoría de los franceses aprueba el proyecto de reforma del Gran Louvre

El 75% de los franceses está a favor del proyecto del Gran Lovre, según declaró el arquitecto norteamericano Yann Weymouth de 45 años, diseñador jefe del equipo de Ieoh Ming Pei, arquitecto norteamericano de origen chino, autor de la reforma del Museo del Louvre, de París. Uno de los elementos más polémicos del proyecto, una pirámide de cristal donde irá situada la entrada principal, también es aceptado: el 55% está a favor, y el 25%, en contra. El patio con la pirámide se inaugurará en febrero del año que viene, aunque las obras del plan general de los edificios durarán hasta el año 2000.

Yann Weymouth -quien el viernes habló en Madrid sobre el Gran Louvre, dentro del ciclo La polémica urbana, organizado por el Ayuntamiento de Madrid- recuerda la "explosión" en febrero de 1984, cuando el presidente de la República Francesa, François Mitterrand, aprobó el proyecto de I. M. Pel sobre ampliación y reforma del Museo del Louvre, con el inmediato comienzo de las obras. Pei, de 69 años, mantiene como firma de arquitectos un estudio en Nueva York con 150 personas. Para el proyecto del Louvre se organizó un equipo de siete arquitectos norteamericanos y 13 de distintos países. En la actualidad hay en París un equipo de 18 personas, entre las que figuran ingenieros, arquitectos de tráfico y diseñadores urbanos.La reforma tenía tres objetivos: dotación de la infraestructura necesaria en un museo que dedica el 80% a salas de exposiciones y el 20% para servicios, cuando en un museo moderno la proporción es de 60% para galerías y el 40% para servicios; revalorizar el palacio del Louvre como edificio histórico de ocho siglos de existencia (los dos últimos, como museo), y dar vida a una zona de París inundada de autocares de turistas durante el día y abandonada por la noche. El 75% de los visitantes del museo son extranjeros; el 25%, franceses, y una mínima parte de éstos son parisienseis.

Según Yann Weymouth, a lo largo de 1984 se desarrolló un debate visceral, sin información, ya que nadie quería conocer la maqueta y los planos. La polémica se centró en gran parte sobre la estética de una pirámide de cristal de 21 metros de altura y 33 metros de lado en la base, en el centro del patio, que será la entrada principal de un museo que recibe 3,5 millones de visitantes al año.

Luz y volumen

"Las diversas galerías de acceso se pueden unir bajo tierra en el centro del patio y formar la entrado. principal", explica Yann Weymouth. "Esta entrada requiere tener mucha luz y volumen para que sea una experiencia espectacular y una cubierta transparente para que se pueda ver el palacio. Si la altura de la entrada fuese de siete metros estaríamos en un centro comercial y no en uno de los museos más importantes del mundo. La forma podía ser un cubo, una cúpula o una pirámide. Pei eligió la pirámide, que es grande en la base y nada en la punta; es una forma intemporal que se encuentra en China, Samoa, la India o Francia. En el centro de la base se va a colocar una estatua de la colección del museo, por lo que la pirámide resalta su característica de cobijo de las cosas valiosas del museo. No es la pirámide de Pei, ni de Mitterrand, ni de Chirac, sino del Museo del Louvre".Una exposición sobre el proyecto y la maqueta a tamaño real de la pirámide, colocada en el patio en 1985, fueron decisivas, según Yann Weymouth, para modificar la opinión de un cliente que son 60 millones de franceses. La muestra fue visitada por 60.000 personas y no hubo polémica en los medios informativos. "Ahora, el 75% de los franceses está a favor del proyecto entero; y en cuanto a la pirámide, el 55 %, a favor, y el 25%, en contra".

La pirámide, que forma parte de un conjunto de jardines, fuentes y bancos, estará formada con cristal transparente de dos centímetros de grueso y estructura de acero inoxiable mate. Weymouth señala que "arquitectos de finales del siclo XX están trabajando en un edificio del XII", por lo que utilizan materiales tradicionales (piedra sobre todo) y modernos. "Este proyecto no podía existir antes y no se va a poder repetir en el futuro. Es la aportación de nuestro siglo".

Está previsto que en febrero de 1988 se inaugure el patio con la pirámide. En 1990 se podrá utilizar como museo el ala del palacio que ocupa el Ministerio de Economía, origen de la ampliación del Louvre. A partir de ese momento empieza la reforma de las colecciones del museo, sin que se cierre al público, que van a ganar un 80%, de espacio. Las obras durarán hasta el año 2000. En 1984 se aprobó un presupuesto para los cuatro años siguientes de 42.000 millones de pesetas.