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Orden de prisión incondicional para el norteamericano acusado de la muerte de una prostituta

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, Nicanor Fernández Puga, dictó ayer el auto de prisión incondicional de David Baxter Noyes, ingeniero norteamericano acusado de la muerte de la prostituta Rufina Sanz Cavieres. Noyes, de 29 años, es técnico de la multinacional McDonnell Douglas, y estaba en Madrid en relación con el programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque) del Gobierno español, que incluye la compra de 72 aviones F-18 de esa empresa. El cuerpo mutilado de Rufina Sanz, de 35 años, apareció en la madrugada del martes en el patio del hotel Miguel Angel, donde se hospedaba Noyes.

David Baxter Noyes, esposado y acompañado de un teniente y tres números de la Guardia Civil, abandonó hacia las dos de la tarde el Juzgado de Instrucción número 2, donde había prestado declaración a lo largo de la mañana.Noyes, de aspecto algo huraño y descuidado, vestido con chaqueta oscura y sin corbata, intentaba en vano rehuir las cámaras fotográficas a la salida del juzgado. El detenido, según manifestó el juez, iba a ser trasladado por la tarde a la prisión de Carabanchel, donde pasada la medianoche aún no había ingresado.

El juez, Nicanor Fernández Puga, afirmó que el caso es competencia, en principio, de la justicia española. "La ley penal es territorial", precisó.

Fernández Puga no quiso dar más información sobre el caso, alegando las restricciones impuestas por el Consejo del Poder Judicial a los jueces en este sentido -"no me ponga usted en un compromiso", dijo-, pero corroboró implícitamente la existencia de detalles sádicos en el caso. "Lo único que puedo decirle es que, en líneas generales, lo publicado por la Prensa es correcto", dijo el juez, quien lamentó la imposibilidad de ser más explícito con estas palabras: "Yo considero que la libertad de expresión exige que el pueblo se entere de estas cosas".

Gastos de entierro

Según varios testigos presenciales, los padres de Rufina Sanz y el hermano de ésta, Baldomero Sanz, solicitaron ayer en los juzgados que los gastos de entierro y traslado de los restos de la fallecida hasta la localidad vallisoletana de Pedrajas de San Esteban fueran sufragados por la embajada estadounidense, ya que la situación económica de la familia no es buena.Los parientes de la fallecida se manifestaban ayer alarmados ante la posibilidad de que el acusado fuera trasladado a Estados Unidos para ser juzgado.

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David Noyes se entrevistó en el juzgado, hacia las 13.30, con William Owen, oficial del consulado norteamericano en Madrid, quien manifestó a la salida que hacía uso del "acceso consular" que siempre se permite en estos casos. Este funcionario no quiso hablar del contenido de la conversación ni de la situación de Noyes. "No es mi cargo contar estas cosas", señaló, "sólo me ha facilitado los datos de su familia en Estados Unidos para los contactos con ella".

"Este caso está completamente en manos de la justicia española, en la cual tenemos una confianza total", manifestó el oficial norteamericano. Owen negó taxativamente el rumor según el cual el detenido podría ser trasladado a Estados Unidos para ser juzgado. "Eso es imposible legalmente. Sólo cabe la posibilidad del traslado cuando hay ya condena, por medio de un convenio", dijo, "y a petición del condenado".

Estrangulamiento

Baxter Noyes fue detenido el martes pasado en el hotel Miguel Angel, de Madrid, donde se hospedaba, como supuesto autor de la muerte de Rufina Sanz. El cadáver desnudo de Rufina, que había sido arrojado desde un quinto piso, presentaba señales de estrangulamiento, mutilaciones en ambos pechos y una raja que le recorría el abdomen partiendo de la vagina.David Noyes y Rufina Sanz habían entrado, unas horas antes de la aparición del cadáver, en la habitación del primero, donde la policía encontró objetos para prácticas sadomasoquistas, las ropas de la mujer y una toalla ensangrentada.

David Baxter Noyes negó ante la policía ser el autor del crimen, y explicó que sólo mantuvieron un pequeño forcejeo, a consecuencia del cual Rufina sangró por la nariz. Según su declaración, la mujer después desapareció.

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