La prueba del SIDA

Cualquier persona que trabaje en un hospital puede dar fe del esfuerzo que supone conseguir tradición y fama. Cualquier habitante de esta sufrida Hispania tiene que ser consciente de que todo puede arruinarse poi. un reportaje periodístico hecho con la única ética de la noticia. Ahora definen como "hospital del SIDA" (editorial de EL PAÍS del 28 de febrero de 1987) a un centro, recientemente ensalzado por ser pionero en los trasplantes de hígado, porque se ha retrasado un par de meses en la aplicación de una normativa sobre las exigencias de la sangre a transfundir. Y de paso, ya señalan que este incumplimiento es "por desidia médica" y aplican el desbeneficio de la duda ("cabe preguntarse qué otro tipo de crimenes sociales se venían cometiendo en este hospital"). Indudablemente, las normas se hacen para cumplirlas, y habrá una responsabilidad de por qué no se ha hecho. Pero ustedes no pueden ignorar que la sangre transfundida antes del 11 de noviembre de 1986 (fecha de la norma de la Generalitat) lo era sin hacer la prueba de marras, por lo que reclamo para todos los hospitales, y en solidaridad con mis compañeros de Bellvitge, el descalificativo de hospitales del SIDA. ¡Ah!, por si les interesa saberlo, ha sido muy discutido científicamente si en los países de baja prevalencia de la enfermedad (y España parece ser uno de ellos) merece someter a la prueba de los anticuerpos del SIDA a toda la sangre que se vaya a transfundir, o basta con que sóo se transfunda la procedente de donaciones altruistas, como se hace en nuestros hospitales desde hace mucho tiempo. Y que una determinación positiva aislada de anticuerpos antiSIDA (la famosa prueba) no tiene más valor que hay que realizar una segunda. determinación.- Médico del hospital de la Seguridad Social de Cádiz.