Una supuesta supernova desconcierta a los astrónomos

Astrónomos de todo el mundo se encuentran desde el pasado martes pendientes de la explosión de una estrella, una supernova, que se ha producido más cerca de la Tierra que ninguna otra desde el año 1604. Sin embargo, su comportamiento en los últimos días ha desconcertado a los observadores, ya que no responde al habitual en una estrella de este tipo. Si se trata verdaderamente de una supernova, su aparición representaría uno de los sucesos astronómicos más esperados de toda la historia de la astronomía, ha declarado Robert Williams, director del observatorio de Cerro Tololo (Chile).

La nueva supernova fue descubierta el pasado martes por el astrónomo canadiense lan Shelton, de 29 años de edad, de la universidad de Toronto, desde el observatorio de Las Campanas, en los Andes chilenos, cercano al mucho más importante de Cerro Tololo. Shelton comunicó el descubrimiento al registro internacional existente en la universidad de Harvard (Estados Unidos), que otorgó su nombre al nuevo objeto celeste.La noticia se extendió en pocas horas por todo el mundo y los telescopios del hemisferio sur se dirigieron hacia la estrella, situada en la Nube Mayor de Magallanes, un grupo de pequeñas galaxias tan cercanas a la Vía Láctea que son consideradas galaxias satélites.

La distancia a la Tierra es de unos 163.000 años luz, lo que indica que la explosión de la supernova se produjo en realidad hace 163.000 años, y es ahora cuando la luz llega a la Tierra.

Frenazo

Los astrónomos esperaban que la estrella alcanzase en pocos días una luminosidad similar a la del planeta Júpiter, pero esto no se ha cumplido. La evolución hacia una mayor luminosidad se ha frenado y el color de la estrella ha variado del azul al rojo. La estrella es visible a simple vista y tiene una magnitud actual de 4,5. En 1604 el astrónomo alemán Joannes Kepler observó la última supernova que se produjo en la Vía Láctea.Se cree que el fenómeno de la supernova se produce cuando muere violentamente una estrella de gran masa que ha utilizado casi todo su material de fusión; entonces su propia gigantesca gravedad hace que colapse. El colapso deja libre tanta energía que se produce una explosión que da lugar a una luz muy brillante durante un corto período de tiempo.

El interés de los astrónomos por las supernovas se basa en que este tipo de explosiones se cree que son la fuente de la mayor parte de los elementos pesados de la naturaleza, al convertirse elementos ligeros como el helio y el hidrógeno que forman la estrella en elementos pesados como el hierro y el carbono, y que pueden aportar datos importantes sobre la formación del sistema solar. Los elementos procedentes de una explosión de este tipo se cree que pueden llegar a formar planetas.

Dos tipos

Los astrónomos empiezan a distinguir dos tipos de supernovas, la estrella de gran masa que sufre un colapso, y la estrella de un sistema binario que termina por capturar la masa de su compañera hasta hacerse tan pesada que se convierte en supernova. Cada año aproximadamente se descubre una supernova, pero siempre en galaxias tan lejanas que hasta ahora los instrumentos modernos nunca han podido observar una supernova en su primera fase de explosión.