John Huston rueda, a sus 80 años, una obra de Joyce

En el desierto californiano, sobre un hangar transformado en estudio de cine, nieva sobre el Dublín de James Joyce. Es en Valencia, a unos 100 kilómetros de Los Angeles, donde John Huston gran admirador de Joyce, rueda Los muertos, último cuento del volumen Dublineses. El guión, es del hijo del cineasta, Tony. La actriz principal es su hija, Anjelica, a quien Huston ya dirigió en El honor de los Prizzi.

Exterior. El calor abrasa los cañones. En el plató, la nieve artificial se esparce delante de la fachada de una casa burguesa, copia de una casa en Dublín, en la que se desarrolla casi toda la historia, durante las navidades en los primeros años de este siglo.

John Huston, vestido con un sobretodo tricolor, llega a las diez de la mañana. Hasta el atardecer, con excepción de una pequeña pausa para comer, Huston permanece en el plató sentado sobre una silla de tijera frente a una pantalla de televisión que le permite seguir todo lo que encuadra la cámara.

Con ayuda de oxígeno

El director de El halcón maltés y El tesoro de Sierra Madre, tierie ahora 80 años, sufre de un enfisema y se deplaza únicamente en silla de ruedas. Puede respirar sólo con la ayuda de botellas de oxígeno. Tiene la voz quebrada por una tos persistente. Enfermo y demacrado, el hombre demuestra una fuerza poco común.Todos los actores son irlandeses, y si bien Anjelica Huston nació en California, vivió toda su infancia en Irlanda, donde su padre Vivió a principio de los años cincuenta. Se repite cada escena dos o tres veces antes de empezar a rodarla.

Huston sugiere algunas modificaciones, cambia un movimiento de cámara que le parece demasiado rápido, luego se dirige a su operador jefe, Fred Murphy: "Freddy, esto no se puede mejorar, es excelente". Huston detesta desperdiciar película. Raramente se ruedan más de dos repeticiones de cada escena.

Durante un intermedio para un cambio de ángulo de la cámara, John Huston explica las razones por las que decidió adaptar esta obra de Joyce: "Pienso que es quizá la mejor obra jamás escrita, tal vez una de las mejores en lengua inglesa. Los muertos nos enfrenta a ciertos hechos de la vida, el amor, el matrimonio, la pasión y la muerte, y nos obliga a afrontarlos".

El cinesta subraya que esta obra, contrariamente a la reputación que tiene Joyce, es de una gran claridad. "Es uno de los raros escritos de Joyce que se puede tratar de llevar al cine", dice, añadiendo que le parece imposible llegar a hacer una película sobre el Ulises.