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McFarlane admite que trató de encubrir a Reagan

El ex consejero de Seguridad Nacional norteamericano Robert McFarlane ha declarado que ayudó a ocultar el papel del presidente Reagan en el escándalo de la venta de armas a Irán, según The New York Times. Por su parte, The Washington Post reveló ayer que el Departamento de Estado logré bloquear en el verano de 1985 un proyecto de la Casa Blanca, dirigido por McFarlane, de un ataque conjunto de EE UU y Egipto contra Libia para derrocar a Gaddafi.

The New York Times asegura que McFarlane declaró el pasa do jueves a la comisión Tower, que investiga la intervención del Consejo de Seguridad (NSC) en el Irangate, que escribió, a petición de su sucesor en el cargo, el vicealmirante John Poindexter, un memorándum para explicar cómo Reagan podía negar que había dado la autorización previa para la entrega de armas a Irán. El diario cita una fuente próxima a la comisión encabezada por el ex senador John Tower que asegura que el objetivo del texto era "permitir al presidente decir que no, que no había dado una autorización formal".McFarlane redactó el memorándum la víspera de la conferencia de prensa de Reagan del pasado 19 de noviembre, cuando en la Casa Blanca obsesionaba la idea de salvar al presidente. Según el mismo diario, McFarlane sabía entonces que Reagan "había apoyado esas ventas de forma privada e informal" antes de que se produjeran.

Esta nueva declaración de McFarlane es la segunda que presta ante la Comisión Tower, y fue realizada en el hospital naval de Bethesda, en Washington, donde el ex consejero se recupera de un intento de suicidio con Vallum. Esta versión contradice la del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Donald Regan, quien aseguró que el presidente aprobó las ventas sólo después de que Israel hubiera realizado una primera entrega de armas a Teherán.

Por otra parte, el diario The Washington Post publicaba ayer que dos mensajes descubiertos en los archivos informatizados de la Casa Blanca demuestran que el teniente coronel Oliver North, ex asesor del NSC, había dado a Irán información se creta norteamericana, clasificada bajo la norma Noform, que significa que no podía llegar a manos de ninguna potencia extranjera. Según las fuentes citadas, estas informaciones ayudaron a Irán en su guerra contra Irak. Según este mismo diario, entre octubre de 1985 y enero de 1986, North entregó en secreto 7.000 dólares (900.000 pesetas) al mes a Arturo Cruz, uno de los jefes de la contra.

The Washington Post reveló también ayer que, en julio de 1985, Robert Gates, director designado de la Agencia Central de Inteligencia, entonces director adjunto de la CIA, había redactado un informe en el que precisaba que un ataque conjunto de EE UU y Egipto contra Libia "permitiría volver a dibujar el mapa de África", según fuentes que leyeron ese texto.

Este informe siguió al secuestro, en junio de 1985, de un avión de la TWA que viajaba de Atenas a Roma. La solución de este incidente provocó un cambio notable en la política de Washington hacia Irán, dada la influencia que ejerció Teherán para la liberación de los pasajeros. A partir de entonces, la orden que circuló en la Casa Blanca fue la de "abrazar al ayatolá Jomeini y destrozar al coronel Gaddafi".

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Mientras la CIA, tras el informe de Gates, ponía en marcha un estudio detallado de eventuales blancos militares en Libia, el NSC elaboró, bajo la dirección de McFarlane, el plan Flowers (Flores), en el que se preveía que Egipto atacara Libia, ocupara la mitad de su territorio con el apoyo de la aviación estadounidense, y utilizara luego su ventaja para obligar a Gaddafi a dimitir. El plan de la CIA preveía un ataque militar conjunto de Egipto y EE UU contra Libia, y llevaba el nombre de Rose (Rosa).

Un plan "de locos"

Los departamentos de Estado y de Defensa se opusieron a este plan de operación militar conjunta con Egipto, incluso si la hubiera aprobado el presidente egipcio, Hosni Mubarak. El Departamento de Estado llamó a Washington en secreto, un fin de semana, a su embajador en El Cairo, Nicholas Veliotes, para que ayudara a convencer a la Casa Blanca y a la CIA de los riesgos implícitos en esos proyectos, calificados "de locos" por George Shultz. Vellotes presentó al NSC, como alternativa, un plan de intervención de urgencia de EE UU y Egipto en caso de choque con Libia.

Otro periódico, The Wall Street Journal, reveló ayer que Reagan autorizó el año pasado a la CIA para que secuestrara en el extranjero a personas sospechosas de terrorismo y las llevara a juicio en EE UU. El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Clairborne Pell (demócrata), calIficó el Jueves de "desordenada" la política exterior de Ronald Reagan. tste nombró ayer a John Koehler, ex directivo de la agencia de noticias Associated Press, director de Comunicaciones de la Casa Blanca, cargo del que dimitió recientemente Patrick Buchanan. El abogado Frank Donatelli sustituye a Mitchell Daniels como director político de la Casa Blanca.

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