Jacques Delors presenta ante el Parlamento Europeo su proyecto de reforma de la financiación de la CE

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, expuso ayer ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo las líneas maestras de una atrevida reforma de la financiación de la Comunidad Europea (CE), tendente a propiciar una mayor cohesión o solidaridad entre sus miembros para responder a las "aspiraciones y esperanzas de los países que acaban de incorporarse a ella".Pero el jefe del ejecutivo europeo confesó haber sacado la impresión, al término de su gira por las capitales de los doce, "de que la voluntad política" de los Gobiernos "no acudirá a la cita" cuando se trate de poner en práctica el Acta única, la mayor reforma de la CE desde su creación, unida a una revisión de sus modalidades de financiación.

Solemnemente titulado "Lograr la aplicación de! Acta única: Una nueva frontera para Europa", el informe aprobado por la Comisión y que será ahora sometido al Consejo de Ministros de la CE puede ser dividido de forma esquemática en tres grandes capítulos: 1) La reforma del presupuesto comunitario, que es necesario alimentar con nuevos recursos; 2) la de los fondos estructurales, cuya dotación debe duplicarse, y 3) la de la Política Agrícola Común (PAC), que debe orientarse hacia la supresión de los costosos excedentes.

En tomo al presupuesto comunitario, Delors afirmó en su discurso que "la Comunidad no puede vivir con constantes crisis financieras", y para lograr la "seguridad presupuestaria que necesita" es necesario aumentar sus recursos y garantizar la estabilidad de sus ingresos.

Techo máximo de gastos

En consecuencia, propone fijar un techo máximo de gastos hasta 1992 que no deben rebasar anualmente el 1,4% del Producto Nacional Bruto (PNB) de los doce, que corresponde a 50.000 millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 147 pesetas), es decir cerca de 14.000 millones más que el presupuesto para 1987.

Las fuentes de ingreso de la CE seguirán siendo los aranceles, una parte del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) recaudado en los Estados miembros, pero que disminuirá en un 0,4% hasta situarse en un 1 % y, por primera vez, un porcentaje de la diferencia entre el PNB y el IVA.

Las primeras estimaciones de los expertos señalan que esta nueva modalidad de financiación incrementará la contribución de los países donde el consumo es relativamente reducido con relación al PNB, empezando por la República Federal de Alemania, Luxemburgo y Holanda.

Delors sugiere añadir al elenco una quinta fuente de ingresos, que podría consistir en "una tasa mínima" sobre algunas transacciones financieras, pero sobre la cual la Comisión no ha, tomado todavía una decisión definitiva.

En cuanto a los fondos estructurales, que pretenden atenuar las diferencias de desarrollo entre regiones pobres y ricas de la CE, éstos deben ser también transformados para, según Delors, disponer de mayores medios financieros y concentrar su acción más racionalizada en las zonas que verdaderamente lo necesitan: Todo el territorio de Grecia, Irlanda y Portugal, parte de España y del sur de Italia, el Ulster y los departamentos franceses de ultramar.

El 80% de los recursos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) -Junto con el social, uno de los dos grandes fondos estructurales de la CE- estarán exclusivamente dedicados a esas regiones y globalmente la dotación de este capitulo tendrá, según Delors, "que duplicarse de aquí a 1992" para llegar a representar la cuarta parte del presupuesto de la CE.

El objetivo de la acentuación de la reforma de la PAC consiste, según Delors, "en conseguir paulatinamente que los agricultores adapten su producción al mercado europeo y mundial" saturado por la acumulación de los excente agrícolas.