_
_
_
_
LA PELÍCULA MÁS CARA DE LA HISTORIA DEL CINE ESPAÑOL

La aventura equinoccial de un cineasta aragonés

Giraban las aspas de los ventiladores, y la música clásica inundaba el cuarto de estar. Del exterior llegaba el ruido del diluvio, que había obligado a parar el rodaje de El Dorado. Los sapos saltaban en medio de la carretera que conduce a Puerto Limón, al lado mismo de la casa del director español Carlos Saura, que se ha embarcado en la aventura de ofrecer su versión cinematográfica de la historia de Lope de Aguirre en su busca de El Dorado.La idea de hacer El Dorado le viene de muy lejos: "Es viejísima", dice Saura, que se interesó tras la lectura de la novela de Sender La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, que "me pareció un tema fantástico". Saura es aragonés, paisano de Sender, que además había sido novio de su madre. La producción estaba fuera de las posibilidades del cine español de entonces. Hubo planes de hacer El Dorado con el productor Elías Querejeta y la empresa francesa Gaumont, pero se frustraron.

Más información
Saura revive la aventura de Lope de Aguirre

Se siente incómodo Saura con el eslogan de película más cara del cine español.- "Esta película debe hacerse en el tiempo y en las condiciones que se necesitan. Es un problema de tiempo. A veces no es tanto la cantidad de millones que hacen falta para la figuración y eso, sino la cantidad de semanas que se necesitan. Eso es lo que más preocupa. Se habla de 14 o 15 semanas, y puede que se ponga en 18, 20 o 22 porque depende de factores que no pueden controlarse. Desde el principio se sabía que esta película era así".

Fuera arrecia la lluvia, como si quisiera dar la razón a las palabras de Saura. De cuando en cuando suena el teléfono. Son las seis de la tarde y ya oscureció hace tiempo. Saura recibe el parte o las novedades de nuevos enfermos de gripe y nuevas inundaciones. Por teléfono, el director recomienda que los actores lleven lectura al lugar de rodaje al día siguiente, para evitar el aburrimiento de los tiempos muertos en un sitio tan incómodo como el poblado construido junto al canal de Tortuguero. En la escala del cine internacional, Saura cree que: no se hablaría tanto de una película muy costosa. "Esto se debe a que se trata de una película española. No es de Estados Unidos o una coproducción. Es una película muy costosa, pero española. Con las limitaciones que tenemos nosotros hoy por hoy está muy bien que sea así".

Para Saura, cada película requiere unos medios determinados, y explica que La caza, "que se hizo en cuatro semanas, y en aquella época, no sé si llegó a tres millones de pesetas; se, hizo en el mes de agosto en Madrid, pero yo tenía en aquel momento todo lo que necesitaba, que eran cuatro actores, urios conejos, unas pantallas, un travelín, Luis Cuadrado y Teo Escamilla... Yo tenía exactamenteel equipo que necesitaba. Ahora, para hacer El Dorado, necesito un equipo determinado, y si no tengo ese equipo, no puedo hacer la película. No es que sea más cómodo o no. Es que es el equipo que se necesita".

Acudir a las fuentes

Dentro del cine de Saura, después de sus películas de reflexión sobre la España del franquismo y la serie del flamenco, El Dorado parece más próxima a Llanto por un bandido, su segundo largometraje, realizado en 1962. El director cita también como referencia vecina a Antonieta, una película que hizo en México en 1982, pero inmediatamente se apresura a decir que El Dorado "es otra cosa; no sé que es, pero es otra cosa".Después de la novela de Sender sobre Lope deAguirre, Sau ra leyó otros estud-ios y trabajos de Uslar Pietri, Otero Silva y otros. Luego decidió acudir a las fuentes, a la lectura, de la crónica original. "Allí estaba todo, y después cada uno ha hecho su versión. Yo he hecho la mía y es otra cosa".

Saura considera que la historía de Aguirre "es terrible, es una historia bárbara. Una histo ria de conquista a la española donde los españoles se matan entre ellos. Ésta es una de las cosas que más me atraen en esta historia. Quizá no me hubiera gustado tanto hacer una cosa donde los españoles se enfrentan a los indios. No me hubiera sentido demasiado capaz de hacer eso.... pero en este caso sí, porque me parece que son personajes que podemos entenderlos muy bien los españoles. Yo creo que, de alguna forma, están vigentes en nuestro país, más edulcorados o más suavizados por el tiempo".

El hecho de que Werfier Herzog haya realizado ya una película sobre el personaje de El Dorado (Aguirre o la cólera de Dios) no le preocupa en absoluto a Saura, que asegura respetar mucho la película del alemán: "Me parece muy bonita, pero no tiene nada que ver con las crónicas ni con los personajes. Lo de Herzog es una recopilación, una mezcla de cosas".

Piensa Saura ofrecer "mi versión de Lope de Aguirre, que es un personaje fantástico. A mí me gustaría verle en un aspecto que apenas ha sido tocado; en las crónicas, por supuesto que no. Es un aspecto más humano. No es que yo le vaya a humanizar. Yo no quiero justificar las barbaridades que hizo Aguirre, pero sí se trata de entender por qué las hizo. En general, yo hasta ahora lo que he leído sigue fielmente las crónicas en un aspecto que a mí me parece el más dudoso. Yo no soy historiador, pero, por intuición y por los datos que yo tengo, creo que, al estar escritas las crónicas por los derrotados, los hombres de Aguirre han tratado de defender sus vidas ante el rey de España, que era Felipe II nada menos".

"Lo hacen", añade Saura, "justificándose con la actitud de su jefe, que les había obligado a cometer esas atrocidades. Ese jefe era Aguirre, que aparece en la crónica como un loco, traidor, peligroso, pendenciero. Con todos los adjetivos más tremendos que puedan imaginarse. Entre líneas, te vas dando cuenta de que no pudo ser así, porque si hubiera sido así no habría podido nunca acceder al poder en las condiciones en que accedió, si no hubiera tenido la colaboración que tuvo entre las gentes que estaban allí. No podía ser así. Debió ser algo parecido, pero no así".

Reconoce Saura la dificultad de combinar la superproducción con el mierocosmos del puñado de conquistadores y sus luchas internas. 'Éste es el encanto de esta película. No es una película espectáculo en el sentido en que se podía pensar en el cine norteamericano. Bueno, puede haber espectáculo, porque hay una belleza de los lugares y unas ciertas masas de gente moviéndose con sus cascos y cosas, pero no hay que olvidar que estas expediciones eran también un poco miserables. España no era ese imperio que se puede pensar, ni siquiera en esa época. Aquí, la verdad es que estaba lo peor de cada casa, y te das cuenta de eso al leer las crónicas. Eran gentes sin escrúpulos que no se podían llamar ejército. Era un grupo de gente armada en busca de El Dorado, esos tesoros maravillosos que iban a ser la solución de todos sus problemas, y al mismo tiempo eran aventureros".

Volver a los actores

Se nota que Saura, tras la trilogía de películas de baile, disfruta ahora con la dirección de actores. Piensa que los que tiene son perfectos para los personajes de su película. Nunca trabajó con ellos, "pero esto me gusta porque hacía mucho tiempo que trabajaba más con bailarines que con actores. Se nota la diferencia. Aunque un bailarín está, acostumbrado a actuar, un actor responde a la menor indicación, y esto da mucho gusto".Saura cree que la película durará más de dos horas; no mucho más, quizá 10 o 20 minutos más. La complejidad de la historia lo exige así, aunque no le gustan las películas largas. Fuera, en la calle, al borde mismo de la carretera, estalla la vegetación, y de dentro surgen miles de ruidos de animales. Saura se refugia de nuevo en su música en espera del día siguiente, que trajo el sol que permitió continuar su aventura equinoccial.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_