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Termes y López de Letona apoyan las tesis salariales de Solchaga, mientras economistas del PSOE creen posibles subidas del 6%

La batalla que el ministro de Economía, Carlos Solchaga, mantiene para tratar de demostrar que una subida salarial por encima del 5% pone en entredicho el objetivo de cerrar 1987 con ese mismo incremento de inflación contó ayer con el apoyo de dos importantes banqueros, Rafael Termes y José María López de Letona, mientras que un documento elaborado por un grupo de economistas del partido socialista señala que "un aumento medio salarial entre el 6%- 6,5% es compatible con los objetivos del Gobierno".

El documento elaborado por militantes socialistas, entre los que se encuentran algunos altos cargos de la Administración, señala que "si se pretende garantizar el aumento preciso del consumo privado (3% en términos reales), es necesario que la renta disponible de las familias crezca en torno a una cifra similar" y que para ello "la masa salarial (neta de cotizaciones sociales) debería aumentar en torno al 8%, lo que significa aumentos salariales medios ligeramente superiores al 6%.

El informe, fechado en el pasado mes de enero, ofrecía dos posibles bandas de incrementos salariales que permitían garantizar obtener un crecimiento económico del 3,5%, "absolutamente: necesario para generar puestos de trabajo y una tasa de inflación del 5%". Los incrementos salariales debían estar comprendidos entre el 4,5%-6,5% o entre el 5%-7%. En ninguno de los dos casos se ponía como condición imprescindible que el punto central de la banda fuera el 5%, igual al incremento de precios previsto para 1987 por el Gobierno.

Compatible con la inflación

En el texto se subraya que un aumento salarial medio entre el 6% y el 6,5% es compatible con los objetivos básicos establecidos por el Gobierno" para 1987: crecimiento del PIB en un 3,5% y tasa de inflación del 5%. Al mismo tiempo se hace notar que el objetivo de inflación del 5% no sólo depende del comportamiento salarial, "sino que también resulta necesario un comportamiento paralelo por parte empresarial.El documento señala que "el ajuste ha recaído sobre los trabajadores que han perdido su empleo, ya que los asalariados han mantenido en promedio y gracias a los procesos de deslizamiento salarial su poder adquisitivo.

Frente a estas tesis, los criterios de Solchaga han recibido el apoyo de la banca. El anuncio del ministro de Economía de poner en marcha las medidas necesarias para impedir que el objetivo de conseguir una inflación del 5% a finales de año se pueda truncar "si los incrementos salariales se colocan por encima de ese porcentaje" recibió ayer el apoyo explícito de Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria, y de José María López de Letona, vicepresidente y consejero delegado de Banesto, quienes señalaron que una situación así "solo puede llevar a una política monetaria más restrictiva que originará tensiones en la cantidad de dinero, en el crédito al sector privado y, por lo tanto, podría provocar un descenso de la actividad y un aumento del paro".

Para los dos banqueros, las declaraciones de Solchaga en el Congreso de los Diputados son la continuación lógica de las manifestaciones realizadas hace algunas semanas por el gobernador del Banco de España a los presidentes de los grandes bancos nacionales en el sentido de que el objetivo de inflación, y la reducción del diferencial con los países de la Comunidad Europea, será prioritario este año aunque ello implique restricciones monetarias.

Rafael Termes afirmó que una subida salarial en tablas del 5%, suponía no solo mantener el poder adquisitivo de los salarios sino incrementos reales debido a los deslizamientos por antigüedad y promoción. José María López de Letona, quien dijo sentirse más empresario que banquero, puso el enfasis en la posibilidad de que una política monetaria restrictiva representará una menor disponibilidad de créditos para el sector privado -ya que el Estado tiene los instrumentos necesarios para obtener los recursos que necesita para financiar el déficit público- y que ello supone, de forma inmediata o unos mayores precios o una menor actividad productiva que se traduce en mayores niveles de desempleo.

Tanto Termes como López de Letona señalaron que la liberalización de tipos de interés es positiva en teoría pero que va a tener un fuerte impacto en las cuentas de resultados de los bancos porque el pasivo se va a encarecer de inmediato y los coeficientes se reducirán de forma paulatina a lo largo de 10 años.

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