La Embajada de España en Beirut se encuentra casi incomunicada
La Embajada española en Líbano, situada en el sector cristiano de la capital, trabaja estos días en condiciones de casi absoluto aislamiento respecto a Madrid. El télex está averiado, hay una sola línea telefónica y no se pueden enviar o recibir valijas diplomáticas debido al cierre del aeropuerto de Beirut.
Desde el pasado mes de mayo, la representación española en Beirut cuenta con un solo diplomático de origen español, el embajador Pedro Manuel de Arístegui. Los hermanos Assad y Gaspar Abdo, el primero de nacionalidad española y el segundo, cubano, llevan los trabajos de la cancillería. Ambos fueron secuestrados durante varias semanas hace un año, por extremistas shiíes libaneses.
La Embajada está situada en una colina del barrio beirutí de Hadat. Guardaespaldas libaneses armados con metralletas y lanzacohetes custodian el conjunto, donde es habitual el sonido de los cañonazos.
La actual crisis de los rehenes ha sorprendido a la Embajada en plena crisis de las comunicaciones. Con una sola y sobrecargada línea de teléfonos en marcha, son los chóferes 1ibaneses de la Embajada los que garantizan su unión con el resto de las ínstalaciones españolas y con el mundo.
El embajador y tres periodistas son los únicos varones españoles que permanecen en Líbano. El resto de la colonia, que no alcanza los dos centenares de personas, está formado por mujeres casadas; con libaneses y sus familias, El pasado viernes, el Gobierno español recomendó a sus ciudadanos no viajar a Líbano, mientras dure la presente crisis.
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