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Llamamiento del coronel salvadoreño liberado por la guerrilla a buscar "la verdadera paz"

El coronel de la aviación salvadoreña Omar Napoleón Ávalos formuló en la madrugada de ayer un dramático llamamiento a buscar "la verdadera paz" en El Salvador, poco después de ser puesto en libertad, tras permanecer más de 15 meses como prisionero de guerra de los rebeldes izquierdistas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a cambio de la liberación de 114 presos políticos. El acuerdo fue alcanzado la semana pasada en Panamá entre representantes de la guerrilla y del Gobierno de José Napoleón Duarte.

Entre los 114 prisioneros canjeados hay 42 mutilados de guerra, liberados la semana anterior. Los restantes son dirigentes sindicales o miembros de organismos humanitarios. Sólo los mutilados abandonaron El Salvador, con destino a Cuba; el resto asumió el riesgo de permanecer en el país.El coronel Ávalos fue entregado el lunes por los comandantes guerrilleros Joaquín Villalobos y Roberto Roca al arzobispo de San Salvador, monseñor Arturo Rivera y Damas. La ceremonia se efectuó en Perquin, 203 kilómetros al este de la capital, población considerada un bastión de las zonas controladas por el FMLN en el departamento de Morazán.

El militar fue trasladado en helicóptero a San Salvador y, en unas breves declaraciones a la Prensa, Ávalos hizo un angustioso llamamiento para "que se busque la paz", al tiempo que calificó de "insoportable" la situación en el país. Los Jefes militares que lo escuchaban quedaron atónitos. Ávalos -que apareció terriblemente delgado, con barba y una palidez casi anémica- pidió la unidad de "todos los salvadoreños" para encontrar "la verdadera paz".

Además de conseguir la libertad de 114 presos políticos, el FMLN logró en la negociación un acuerdo mediante el cual los heridos y mutilados de guerra "serán evacuados, sin sujeción a negociaciones o canje".

Este acuerdo supone la vigencia y cumplimiento de las convenciones de Ginebra y su protocolo adicional II. Con ello se reconoce que en El Salvador existe una guerra civil y que el insurgente FMLN es una fuerza con capacidad de negociar de igual a igual con el Gobierno del democristiano José Napoleón Duarte.

Para el FMLN, además, el canje significa un potencial triunfo político con vistas a la clase trabajadora. Ha quedado claro -en expresión de dirigentes obreros- que los guerrilleros realizan actividades militares para favorecer a los mismos trabajadores. La mayoría de los sindicalistas liberados pertenece a la UNTS, la principal organización sindical del país.

Por otro lado, la guerrilla salvadoreña obtiene con el canje un reconocimiento a su capacidad como fuerza político-militar. A pesar de que las Fuerzas Armadas repitieron una y mil veces que no negociarían "sobre los reos con los terroristas", ahora han aceptado la puesta en libertad de los 114 presos.

La guerra se institucionaliza

En opinión de los observadores políticos y fuentes diplomáticas que han seguido de cerca el proceso que llevó al canje, además del hecho mismo de que determinadas personas recobren su libertad, lo destacable es cómo progresivamente -ya van más de siete años- la guerra civil salvadoreña se "institucionaliza", con un Ejército gubernamental y un Ejército guerrillero.Son dos fuerzas que actúan a lo largo y ancho del país y que, a causa de su institucionalización, van haciendo que los salvadoreños acepten como cosa normal o irremediable la guerra civil de ayer, hoy y del futuro inmediato. Ayer, el ministro de Defensa, general Vides Casanova, recordó que "Fueron los civiles los que negociaron" y que, para los militares, el FMLN sigue siendo un grupo formado por "delincuentes terroristas".

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