Estados Unidos acusa a los países fabricantes del Airbus de conceder subvenciones desleales

Estados Unidos ha ganado una "batalla" a la Comunidad Europea (CE) al conseguir que España importe anualmente 2,3 millones de toneladas de cereales pero le quedan aún otras por librar empezando por la que parece haber iniciado contra la industria aeronáutica europea y su aerobús. Dos emisarios norteamericanos Bruce Smart y Michael Smith iniciaron a principios de semana una gira por las tres capitales europeas mas involucradas en el programa Airbus -Madrid fue excluida de su itinerario- y, después de haber visitado Londres el lunes, se encontraban ayer en París y hoy efectuarán una escala en Bonn. La participación española en Airbus asciende a un 4%.

El objetivo declarado del triple desplazamiento emprendido por el subsecretario de Comercio y el adjunto del representante especial del presidente Reagan para el comercio es denunciar el "dumping" y las "subvenciones desleales" que las tres capitales visitadas proporcionan a su industria aeronáutica y convencerles de que renuncien a seguir concediéndoselas. Las subvenciones transgreden, según Washington, las normas del GATT ,Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio).

Nada más concluir el acuerdo que otorga a EE.UU. compensaciones por la pérdida del mercado peninsular de cereales el comisario europeo encargado del comercio exterior de la CE, Willy de Clercq, confesó el pasado fin de semana que "no se hacía ilusiones" sobre las futuras relaciones con Washington. "1987 va a ser un mal año", añadió, "nos vamos a topar con ellos por todas partes". "Quieren quitarse de encima al Airbus". "No van a tolerar que les arrebate parte del mercado".

Sus temores no tardaron en confirmarse y ante el peligro que, según él, se avecina de Clercq ha escrito a finales del mes pasado a los ministros de Comercio de los "doce" Estados miembros de la CE para perdirles que adopten cuanto antes una postura común. "Los europeos", afirmó el comisario, "deben decidir si Airbus merece la pena ser defendido y sacar las consecuencias".

En el curso de una conferencia de prensa que dieron tras la reunión londinense Smart y Smith fueron algo más precisos a la hora de formular denuncias. Sostuvieron, por ejemplo, que los tres principales Estados, miembros del consorcio han concedido a Airbus durante los últimos 16 años subvenciones por valor de 10.000 millones de dólares y lamentaron que la empresa aeronaútica no haya presentado "ningún balance contable decente". Ambos rehusaron dar detalles sobre las sanciones que su Administración podría tomar si los europeos ignoran sus quejas.

Acusaciones malévolas

Un portavoz de Airbus calificó las declaraciones norteamericanas de "acusaciones malévolas", informa Luis Bassets desde París. "Airbus no tiene nada que reprocharse", declaró a este periódico, "puesto que trabajamos en el marco de los acuerdos del GATT, y es en este marco en el que hemos firmado los contratos de compra de aviones civiles que ahora inquietan a los norteamericanos". Otro portavoz de Aéroespatiale aseguró que Ia cifra de negocios de las sociedades norteamericanas proviene, en un 70%, de créditos presupuestarios del Estado, contra el 35% en el caso de las europeas".

Airbus Industries ha obtenido en el mes de enero un conjunto de pedidos por valor de 5.000 millones de dólares, que es lo que cuestan los 97 aparatos solicitados. Los pedidos afectan al modelo A-310, al nuevo modelo A-320, que saldrá de fábrica a mitad de febrero, y al futuro cuatrirreactor de larga distancia A-340. De este último modelo hay ya un pedido de Lufthansa, de 15 aviones en firme y de 15 más en opción. La construcción del nuevo modelo depende de la existencia de cuatro clientes como el ya conseguido, por lo que la guerra comercial desencadenada por Estados Unidos podría llegar a comprometer seriamente los planes de la empresa europea.