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La policía británica efectúa un registro en los locales de la BBC en Glasgow

La policía británica, provista de órdenes de registro, libró el pasado fin de semana una batalla contra la dirección de la estatal British Broadcasting Corporation (BBC), que impidió reiteradamente el acceso policial a sus instalaciones de Glasgow (Escocia) para incautarse de los documentos relacionados con la realización de un reportaje no emitido sobre la construcción de un satélite espía. Finalmente, en la mañana de ayer, la policía consiguió su objetivo.

La policía necesitó tres órdenes de registro sucesivas para poder hacer frente a la resistencia de la BBC y conseguir penetrar en los locales y buscar los documentos que quería incautar.El sábado, la BBC había conseguido la suspensión del registro al afirmar que los términos en que estaba redactada la orden eran muy imprecisos. Una segunda orden fue igualmente rechazada porque no contenía la dirección exacta de los locales que debían ser registrados.

Finalmente, 24 horas después de que comenzase la operación, en la mañana de ayer, la policía penetró en los locales y comenzó el registro, con una docena de agentes que transportaron en taxis desde sus casas a funcionarios de la BBC.

Hace dos semanas, el reportaje sobre el proyecto de construcción de un satélite espía fue retirado de la programación por "razones de seguridad nacional", según afirmó el ex director de la BBC, Alasdair Milne, quien el jueves pasado presentó la dimisión.

Los periodistas de la BBC protestaron contra los. registros efectuados por la policía, fundamentalmente en la sede de Londres del semanario de izquierda New Statesman, donde Duncan Campbell, autor del reportaje, había publicado el resultado de sus investigaciones.

La investigación policial, ordenada por el Gobierno, constituye el último de una serie de desacuerdos entre el Gobierno de Margaret Thatcher y la cadena pública de televisión británica, acusada de estar situada políticamente "demasiado a la izquierda".

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En 1985, la prohibición de emitir un documental sobre un presunto jefe del Ejército Republicano Irlandés (IRA) provocó una huelga de los periodistas de la BBC, que acusaron al Gobierno de ejercer presiones sobre la cadena pública de televisión.

El año pasado, el presidente del Partido Conservador británico, Norman Tebbit, desencadenó un ataque contra la BBC por la cobertura informativa -que juzgó "tendenciosa"- que la cadena de televisión realizó sobre el bombardeo norteamericano de las ciudades libias de Trípoli y Bengasi, el 15 de abril de 1986.

La brusca dimisión de Alasdair Milne ha provocado indignación en las filas de la oposición, que acusa al Gobierno de injerencia.

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