Gorbachov consigue unapoyo inferior al que pretendía en el pleno del Comité Central
El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, ha conseguido un apoyo inferior al deseado en el pleno del Comité Central celebrado esta semana en Moscú, en opinión de analistas soviéticos y occidentales, a la vista de los cambios realizados en la dirección soviética y de las conclusiones de la sesión. El pleno concluyó el miércoles con dos ceses (uno en el Politburó y otro en el secretariado) y tres ascensos, pero Gorbachov no logró que ninguno de sus colaboradores más próximos ascendiera hasta miembro de pleno derecho del Politburó, que ha dejado vacante el ex dirigente de Kazakistán Dinmujamed Kimaev.
Los ascensos, que afectaron a Alexander YakovIev, Nikolai Shunkov y Anatoli Lukianov, se produjeron en las filas de los miembros suplentes del Politburó (ahora ocho) y del secretariado del Comité Central (el organismo ejecutivo, formado por 12 miembros titulares).Medios soviéticos señalan que Gorbachov había esperado poder llevar a Boris Eltsin, el responsable del partido en Moscú, o a Alexander YakovIev, el jefe del departamento de propaganda del Comité Central, hasta los máximos escalones del Politburó, pero no ha sido así. Eltsin, que es miembro suplente del Politburó, se ha distinguido por su lucha contra la corrupción en Moscú. Es el miembro de la dirección soviética que ha ido más lejos en la campaña de glasnost (transparencia) emprendida por Gorbachov. YakovIev, uno de los responsables de la liberalización cultural, no ha seguido los pasos de Igor Ligachov o Nikolai Rishkov, que no pasaron por la fase de miembros candidatos para subir directamente desde secretarios del Comité Central a miembros de pleno derecho del Politburó, en abril de 1985.
Gorbachov no logró tampoco el cese de VIadimir Cherbitski, miembro de pleno derecho del Politburó desde 1971 y uno de los más estrechos colaboradores de Breznev. La andanada de ataques lanzada contra Cherbitski, en la que han participado el jefe del Comité de Seguridad del Estado (KGB), Víctor Chebrikov; Igor Ligachov, y el mismo Gorbachov (con una alusión al accidente de Chernobil), no ha conseguido hasta ahora hacer mella en la base de poder del dirigente ucraniano, quien, según una fuente soviética, se comporta como "un buen zar" en relación a los dirigentes comunistas de aquella república.
Favores y privilegios
"Echar a Cherbitski", señala la fuente, "es una cuestión muy difícil, pues, por una parte está la de-. licada cuestión del nacionalismo ucraniano, y, por otra, el apoyo que le prestan los dirigentes del partido de la república, que se han beneficiado de los favores y privilegios repartidos". Cherbitsk¡ realizó una intervención "rnuy agresiva" ante el pleno del comité central, según señalaron medios soviéticos. Esta intervención no ha sido dada a conocer.
Aparte del informe de Gorbachov, que ha sido publicado por la Prensa del país, y las conclusiones finales, no se publicó ninguna otra intervención ante el pleno, pese a la campaña de glasnost. Medios soviéticos señalaron que también el presidente del Soviet Supremo, Andrei Gromiko, había intervenido de un modo muy crítico sobre la política de Gorbachov, a quien la correlación de fuerzas en el seno del Politburó da un apoyo muy ajustado. Medios soviéticos aseguran que el dirigente cuenta con. el apoyo del jefe del Gobierno, Rizhkov; del ministro de Exteriores, Shevardnadze; del jefe de la República Rusa, Vorotnikov; de Zaikov y de Chebrikov, aunque este último podría tener algunas reservas. Kogachov adopta, según estos medios, posiciones imprevisibles que incluso aparecen en ocasiones como opuestas. Grorniko, que en su día propuso a Gorbachov como secretario general del partido, tendría también reservas hacia Gorbachov derivadas de la actual política exterior. Cherbitski y Gueidar Aliev se colocarían decididamente en contra.
Gorbachov, en su discurso de clausura del pleno expresó su optimismo moderado sobre el resultado de la reunión, señaló que su importancia sólo se manifestará en toda su medida con la puesta en práctica de todo lo apuntado por las organizaciones del partido y dijo que "hay que acabar la discusión sobre si la perestroika [reconstrucción o transformación] es necesaria o no" y que ésta no es "un paseo por un camino asfaltado", sino "una subida a la montaña por senderos no trillados".
El líder soviético aseguró que en el pleno había reinado la "unidad" en todas las cuestiones examinadas. Con respecto a la conferencia del partido, Gorbachov señaló que ésta era una propuesta del Politburó y propuso que este organismo elabore en uno de los próximos plenos propuestas sobre la fecha y el orden del día de la conferencia, que debería celebrarse en 1988.
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