Maravall, te enrollas mal
Leyendo las viñetas del dibujante Peridis publicadas hace unos años en EL PAÍS encontré una que reflejaba la actitud de la clase política ante las movilizaciones estudiantiles bastante bien; en ellas se veía a diferentes políticos subidos o alrededor de un pedestal preguntando a una muchedumbre de jóvenes que quién estaba detrás de ellos, a lo que éstos respondían: "Nosotros estamos detrás de nosotros... y delante de vosotros".Y es que, aunque algunas cosas han cambiado desde entonces, la actitud ante los estudiantes sigue siendo la misma. Sólo se acuerdan de ellos cuando rompen su marginación y salen a la calle a decir que hay determinadas cosas que no les gustan. Esto señala el profundo abismo que separa las preocupaciones de los jóvenes de las actuaciones del Estado que son consideradas como ajenas e indiferentes a sus propios intereses y necesidades.
En esta sociedad no es fácil ser joven. La crisis nos ha afectado fundamentalmente, el autoritarismo ha aumentado y la falta de expectativas es cada vez mayor. Esta situación es la base para entender la profundidad del rechazo que los jóvenes están manifestando en la calle y refleja la insatisfacción ante el papel que ocupan en la enseñanza, en la familia y en la sociedad. La marginalidad y las relaciones autoritarias envuelven todas nuestras relaciones. Desde este punto de vista, el movimiento va más allá de las reivindicaciones puramente estudiantiles, y es un aviso a este Gobierno de que no estamos dispuestos a que en esta sociedad se nos siga considerando ciudadanos de segunda clase.
Contra la selectividad
Sin embargo, nuestras reivindicaciones son muy claras: estamos en contra de una política educativa que no solamente no ha resuelto los problemas de la enseñanza, sino que en algunos puntos los ha agudizado. Estamos en contra de cualquier forma de selectividad y contra las tasas académicas. Queremos una mayor participación en los órganos de gobierno y un aumento real de los presupuestos del Gobierno en educación para acabar con la miseria general que envuelve nuestros estudios.También perseguimos una mejora de la calidad de enseñanza y acabar con unas estructuras en las que se sigue considerando al estudiante física e intelectualmente como un menor de edad. Y, sin embargo, el Ministerio hace oídos sordos a nuestras reivindicaciones. Nos dice que no hay dinero para satisfacer las necesidades educativas, pero al mismo tiempo se destina casi un billón de pesetas a los presupuestos militares, dándose prioridad a estos últimos frente a las necesidades más apremiantes.
Falta de trabajo
Asimismo, se nos dice que a la enseñanza universitaria no puede acceder todo el mundo y que hay que limitar la cantidad de gente que entra en la Universidad para evitar el aumento del paro. No obstante, creo que siguen haciendo falta médicos, maestros, psicólogos... Además, para el joven es lo mismo ser licenciado en paro que un simple parado sin licenciar.El problema de la falta de trabajo es externo a la Universidad, y creo que no se va a poder solucionar negando el derecho de los jóvenes a la educación y convirtiendo ésta en un coto para privilegiados a la que sólo pueden acceder determinadas clases sociales. Como primer paso para solucionar estos problemas exigimos hablar directamente con Maravall para expresarle nuestra crítica a una política educativa cada vez más elitista.
En segundo lugar, la policía debe dejar de reprimir a los estudiantes, y, por tanto, pedimos responsabilidades concretas por la brutal e indiscriminada acción llevada a cabo por ellos en la manifestación habida el pasado viernes 23 en Madrid, exigiendo la dimisión de los implicados. En esta línea, la Coordinadora de Enseñanza Media y Universidad ha convocado diferentes acciones y movilizaciones para la semana que empieza hoy.
Cambiar un modelo educativo cada vez más injusto y poco igualitario, acabar con la marginación a la que está sometida el joven en esta sociedad, romper con el autoritarismo, considero que son los objetivos que la mayoría de los jóvenes se plantean, y para ello seguiremos avanzando en todo tipo de acciones y movilizaciones que nos permitan decir al Gobierno que estamos hartos de esta situación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- José María Maravall
- MEC
- Formación profesional
- Democracia
- III Legislatura España
- Opinión
- Actos protesta
- Adolescencia
- Gobierno de España
- Jóvenes
- Boicoteo
- Orden público
- Vida estudiantil
- Selectividad
- Protestas estudiantiles
- Conflictos comerciales
- Seguridad ciudadana
- Movimiento estudiantil
- Protestas sociales
- Juventud
- PSOE
- Desempleo
- Enseñanza general
- Escuelas profesionales
- Régimen académico