Separados los sectores clásico y español del Ballet Nacional

José Manuel Garrido Guzmán, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), presentó la política de actuaciones futuras sobre la compañía titular española de danza, en una conferencia de prensa que sirvió como escenario para la firma protocolar del contrato por tres años a José Antonio como director del Ballet Nacional de España. La primera medida ha consistido en separa los dos sectores, clásico y español, quedando la denominación de Ballet Nacional de España reservada para el sector español que dirigirá José Antonio, quien ha declarado que "está abierto a nuevas sugerencias que enriquezcan el trabajo".La compañía clásica ha pasa do a formar parte del complejo del Teatro Lírico Nacional, con sede actual en el teatro de la Zarzuela, de Madrid. Esta institución, que hasta ahora producía las temporadas de ópera y zarzuela, se encargará también de la de ballet clásico. Todas estas actividades estarán bajo la responsabilidad de José Antonio, Campos Borrego, actual superintendente del Teatro Lírico.

Dentro de una ópera

El sector clásico hará su primera aparición bajo la nueva estructura en la producción de Orfeo y Eurídice, de Glück, en el fragmento asignado al baile dentro de la partitura operística. Garrido Guzmán, para paliar el caos dentro de este sector, que no ha cesado de plantear conflictos burocráticos y artísticos a la dirección del INAEM, anunció que viajará próximamente a la Unión Soviética para intentar cerrar un contrato con la primera bailarina del teatro Bolshoi de Moscú, Maya Plisetskaia, que vendría a España como directora artística de la compañía.Los contactos con la bailarina moscovita comenzaron en octubre del pasado año.

Ray Barra, que fue traído al Ballet Nacional por la anterior directora, María de Avila, y que ejerció durante su período como adjunto a la dirección, ha pasado a ocupar el puesto de director estable, con lo que la agrupación contará con tres directores simultáneos. Ésta ha sido una petición expresa de un amplio sector de los bailarines, quienes lo plantearon así a Garrido Guzmán en una reciente entrevista.

José Manuel Garrido, comparando el ballet clásico con los toros para justificar la, búsqueda de un director foráneo, dijo: "Si yo fuera alemán e intentara fundar en Alemania una escuela taurina, vendría a España a contratar algunos toreros. Tenemos como casos excepcionales buenos bailarines. Se ha pensado en varias personas, y finalmente se han producido las condiciones para que sea Maya. Nosotros pensamos que su aportación a la danza mundial puede ser importante en un país como el nuestro, sin tradición".