Kohl asegura que no radicalizará la política de la RFA hacia el Este
El canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Kohl, ha asegurado que habrá continuidad en la política exterior de su Gobierno en la próxima legislatura, y ha rechazado las especulaciones sobre una eventual radicalización de su postura frente a los países del Este europeo. La política exterior de la RFA y, en especial, sus relaciones con la República Democrática Alemana (RDA) se han convertido en cuestión principal de la última fase de la campaña electoral. Esto se ha debido a la controvertida afirmación de Kohl sobre la existencia de "campos de concentración" en la RDA y a las fuertes críticas de la Unión Cristiano Social bávara (CSU) a la gestión del ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Hans-Dietrich Genscher. Éste ha logrado en la legislatura que ahora concluye mantener en gran medida la ostpolitik que practicó hasta 1982 en la coalición socialdemócrata-liberal.A la vista de la creciente preocupación en medios periodísticos e intelectuales, Kohl compareció el martes ante la Prensa en Bonn para asegurar que no se producirá una derechización de la política exterior. Según medios cercanos al Gobierno, en la cancillería ha cundido el temor a que la dureza de algunas expresiones utilizadas en la campaña creen inseguridad entre el electorado y una mala imagen en el exterior. Sin embargo, Kohl insistió en que nadie le impedirá seguir defendiendo los derechos humanos en la RDA, llamar compatriotas a los ciudadanos de aquella República y mantener la reunificación como objetivo a largo plazo.
Tonos anticomunistas
La insistencia con que algunos dirigentes de la CDU y la CSU han utilizado tonos anticomunistas en la campaña ha hecho temer una creciente ideologización de la política exterior del futuro Gobierno. El jefe del grupo parlamentario bávaro en Bonn, Theo Waigel, llegó a manifestar que una victoria de la coalición gubernamental debía ser el fin de la política de distensión de los años setenta. Nadie duda ya de que el Gobierno será constituido por los democristianos, seguros vencedores de las elecciones del 25 de enero, con o sin los liberales.La afirmación de Kohl en un mitin electoral sobre los "campos de concentración" en la RDA provocó fuertes críticas en la RFA y una inmediata reacción de Berlín Este. La utilización por parte de Kohl de este término, que se aplica a los campos de exterminio del nacional socialismo, se enmarca, según las condenas a Kohl, en la tendencia de los cristianodemócratas a equiparar comunismo con nacional socialismo y trivializar así los crímenes del III Reich. El presidente de la CSU, Franz Josef Strauss, ha manifestado que ya es hora para los alemanes de "salir de la sombra de Adolf Hitler". También ha criticado veladamente al jefe del Estado, Von Weizsaecker, a quien la derecha no perdona su insistencia en mantener viva la memoria de las atrocidades del nacional socialismo.
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