Montserrat Caballé cosecha los únicos aplausos de la 'Salomé' de Bob Wilson
La soprano española Montserrat Caballé fue única intérprete que arrancó claros y calurosos aplausos del público italiano por su participacion en la ópera Salomé en el teatro de la Scala de Milán. La ópera de Richard Strauss fue estrenada el pasado domingo bajo la dirección escénica de Robert Wilson y la dirección musical de Kent Nagano. Bob Wilson separó la música de la acción de la obra, situando a los cantantes sobre una plataforma y distribuyendo al mismo tiempo sobre la escena acciones múltiples de danza y pantomima.La reacción del público, que durante la representación se mantuvo en respetuoso silencio, es calificada por el diario italiano Il Corriere della Sera como violentísima. "Se creó en el teatro un clima de batalla como no se recordaba desde el tiempo de la dirección wagneriana de Luca Ronconi". En los titulares se destaca que la selección del director, el,aboradísirna e inteligente, no encontró un soporte elocuente en la dirección de Keny Nagano. "Arriba, Montserrat, y abajo, Bob Wilson es la frase con la que este periódico resume la reacción del público Was la jornada operística del domingo. "Nunca hernos escuchado a la cantante tan en forma y tan dentro de su personaje en los matices, en la histeria, incluso en el erotismo", afirma en el diario La Repubblica el crítico Michelangelo Zurletti.
En Roma, el ambiente operístico también hervía. El martes se estrenó Carmen sin coro, a causa de una huelga de los artistas, y sin la presencia, anunciada en el último momento, del tenor José Carreras, aquejado de traqueítis. Se prevé que el tenor pueda estar presente los próximos días 22, 25 y 27 de enero para dar vida a Don José junto a la cigarrera gitana, interpretada por Elena Obratzova.
Por otro lado, el estreno de la ópera Otelo, de Verdi, con Plácido Domingo en la londinense Royal Opera House de Covent Garden, el pasado martes, tampoco estuvo exenta de interés. La expectación creada en Londres ante esta representación fue tal clue las entradas para asistir a las cinco primeras funciones se agotaron hace meses, desde que se anunció su puesta en escena.
Aunque la entrada más cara tenía el precio oficial de 7.000 pesetas, en el mercado negro se cotizaba en las últimas horas en cerca de 40.000 pesetas. Se calcula que cerca de 10.000 personas se quedaron sin entradas para la noche del martes, que el tenor español calificó ayer de una de las más grandes de su carrera. Entre las entusiastas admiradoras que acudieron al camerino del tenor para felicitarlo estaba la primera ministra británica, Margaret Thatcher.
