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Comienzan los incidentes graves en la huelga de los servicios públicos franceses

Lluís Bassets

La huelga de servicios públicos iniciada en Francia el martes entrará hoy en su tercer día sin que se perfile ninguna solución al conflicto, a la vez que se radicalizan las posiciones y empiezan a producirse incidentes graves, como sabotajes de líneas férreas y boicoteo a trenes de mercancías. Las repercusiones de la huelga en la vida cotidiana se hicieron sentir ayer con mayor dureza, mientras en algunos medios se empiezan a evaluar los efectos catastróficos que se están produciendo en la economía francesa.

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El tráfico ferroviario permaneció ayer en unos niveles análogos a días anteriores, que se establecen en un 50% de las líneas de largas distancias, un 90% en el TGV (Tren de Alta Velocidad) y entre el 30%, y el 40% en los trenes de cercanías. Sin embargo, las estaciones de París aparecen vacías, con los tablones de anuncios apenas, sin avisos y muy pocos trenes en marcha.En algunas regiones del país (Nantes, Limoges, Toulouse y Marsella) se produjo ayer una intensificación de la huelga.

Los metros y autobuses de París experimentaron también una disminución del tráfico de un 50%. Los sindicatos CGT (Confederación General de Trabajadores) y CFDT (Confederación Francesa Democrática del Trabajo) han decidido proseguir el movimiento, mientras que los sindicatos minoritarios, Fuerza Obrera entre otros, firmaron ayer un acuerdo salarial con la dirección de la empresa.

Cortes de energía

En la empresa de gas y electricidad EDF-GDF, los cortes de energía fueron ayer más intensos y generalizados a todo el territorio. Para hoy se prevé una ampliación de la huelga, cómo resultado de la decisión de Fuerza Obrera de añadirse a ella.

El diario conservador francés Le Figaro evaluaba ayer las pérdidas ocasionadas por el movimiento huelguístico en 6.000 millones de francos (120.000 millones de pesetas). Para la empresa ferroviaria francesa, la huelga puede suponer un aumento del déficit de unos 700 millones de francos. Algunas pequeñas empresas de reparaciones, suministros y servicios auxiliares ferroviarios empiezan a notar los efectos de la falta de trabajo.

Lo mismo sucede con empresas que transportan sus mercancías por ferrocarril. Otras empresas recurren a medios de transporte alternativos para servir sus mercancías o garantizar su abastecimiento.

El Gobierno, firme

El Gobierno, a través del ministro de Equipamiento y Transportes, Pierre Mehaignerie, se reafirmó ayer en su posición, de no realizar ninguna concesión salarial.

El secretario general de Fuerza Obrera, André Bergeron, en cambio, a pesar de su oposición a la ampliación del conflicto ferroviario, manifestó que la economía francesa puede soportar un punto más de inflación. André Lejoinie, probable candidato del partido comunista a las elecciones presidenciales, acusó a los socialistas y a la mayoría conservadora de una política salarial que calificó de antiobrera.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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