La encrucijada soviética
En su artículo de EL PAÍS de 29 de diciembre, Valentín Falin, presidente de la agencia de prensa soviética Novosti, señala, acertadamente, que "la ciencia y la técnica han entregado al hombre medios capaces de asegurar buenas condiciones económicas y espirituales de vida a todos los pueblos, pero también medios capaces de convertir la Tierra en un lugar donde la vida ya no sea posible". Con idéntico acierto manifiesta que la verdadera seguridad debe ser garantizada por el equilibrio estratégico armamentístico al nivel más bajo posible.Sin embargo, Valentín Falin parece ignorar que la verdadera seguridad sólo se alcanza cuando existe un grado de confianza suficiente entre las partes y cuando se eliminan las causas de tensión. ¿Y cómo eliminar ésta cuando persiste activamente la ocupación de Afganistán y cuando el 33% de la población mundial se halla sometido a dictaduras que no respetan los derechos humanos y las libertades fundamentales? ¿Cómo creer en las propuestas soviéticas de paz cuando Arisa Chukaieva, militante del movimiento ilegal de pacifistas soviéticos, acaba apenas de ser liberada de la pena de prisión a que fue condenada por sus actividades en el Grupo para la Instauración de la Confianza entre la URSS y Estados Unidos?
Bienvenido es, no obstante, este gesto, así como la liberación de Andrei Sajarov, e invitemos a los dirigentes soviéticos a continuar por esa línea, a derribar todos los símbolos de opresión como el muro de Berlín y a alcanzar el pleno respeto de los derechos humanos y del pluralismo político para crear así las condiciones objetivas necesarias para la confianza y la cooperación internacional.- Secretario general de CAUSA España.
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