Los estudiantes toman la plaza principal de Pekín
Mas de 3.000 estudiantes invadieron ayer la plaza Tiananmen, la principal de Pekín, para exigir al Gobierno, ante el retrato de Mao Zedong y a 10 grados bajo cero, reformas democráticas y libertad de Prensa. La policía detuvo al menos a una veintena de jóvenes, que, tras varias horas de reeducación, fueron liberados a primeras horas de la madrugada después de que los estudiantes volvieran a echarse a la calle para exigir su puesta en libertad. Los universitarios habían desafiado por la mañana las prohibiciones decretadas por las autoridades para poner fin al movimiento de protesta iniciado hace casi un mes y se habían enfrentado durante dos horas a las fuerzas policiales que habían acordonado, infructuosamente, la plaza Tiananmen.
Un portavoz policial confirmó anoche tan sólo la detención temporal de 15 estudiantes, que, matizó, sólo habían sido sometidos a una sesión de "reeducación" o "interrogados". Según fuentes estudiantiles, los detenidos en la mañana de ayer se elevaban a 24.La plaza Tiananmen, donde se halla el mausoleo de Mao Zedong, es uno de los lugares claves de la ciudad, donde está prohibido celebrar manifestaciones, según las restricciones impuestas el pasado viernes por las autoridades chinas para hacer frente al movimiento de protesta que, en petición de una democracia más amplia, comenzó hace un mes y que ha afectado al menos a 12 ciudades chinas.
La manifestación de ayer es la primera que se desarrolla en esta plaza desde que comenzaron las protestas. Los enfrentamientos se produjeron poco después de que en el mismo lugar concluyera un acto oficial para celebrar el año nuevo en el que participaron unos 100 miembros de la organización juvenil china Jóvenes Pioneros.
Los estudiantes, que cantaban La Internacional, llevaban banderas y pancartas en las que manifestaban su apoyo a las reformas políticas implantadas por el actual dirigente chino, Deng Xiaoping. "Vosotros sois la policía del pueblo y deberíais estar de nuestro parte", gritó uno de los manifestantes a las fuerzas antidisturbios. Otro manifestante pidió a los estudiantes que "despierten a los trabajadores" y afirmó que la subida de precios que prepara actualmente el Gobierno precipitará la unión de las masas a este movimiento.
Los estudiantes cargaron en dos ocasiones -una de ellas ante el retrato de Mao- Zedong contra las fuerzas policiales, que reaccionaron violentamente. Las fuerzas antidisturbios arrastraron a varios manifestantes que habían resbalado sobre la capa de hielo que cubría el suelo hacia vehículos policiales que se hallaban aparcados en la zona. La temperatura rondaba los 10 grados bajo cero y, coincidiendo con los incidentes, comenzó a nevar sobre la ciudad.
Las autoridades aconsejaron a los estudiantes -a través de los altavoces- que regresaran a sus casas para evitar coger la gripe. Los manifestantes reaccionaron con carcajadas.
Protestas en la medianoche
Las protestas volvieron a reanudarse poco antes de la medianoche, hora local, cuando unos 3.000 estudiantes marcharon desde el campus universitario de Pekín hacia el centro de la ciudad para pedir la liberación de sus compañeros. Fuerzas policiales rodeaban el recinto universitario para impedir que los estudiantes invadieran de nuevo la plaza Tiananmen, situada a 16 kilómetros de distancia del campus. "Devolvednos a nuestros camaradas", gritaban los manifestantes, que entonaban La Internacional y el himno nacional chino, mientras pasaban sin oposición las sucesivas barreras policiales.
Antes de emprender la marcha nocturna, representantes estudiantiles se dirigieron a la residencia del rector de la universidad, al que entregaron un documento en el que, además de la liberación incondicional de sus compañeros, pedían que las autoridades no adopten represalias contra los demás estudiantes y exigían que la Prensa china proporcione una información exhaustiva y objetiva de las protestas. Los estudiantes amenazan con boicotear el presente curso en caso de que las autoridades no satisfagan sus demandas.
Los manifestantes continuaron la protesta hacia la plaza Tiananmen incluso después de que el vicerrector de la Universidad, Xia Jianxun, comunicara que todos sus compañeros habían sido liberados. Finalmente, la policía convenció a los jóvenes de que regresaran y puso seis trolebuses a su disposición.
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