Nakasone asegura que Japón nunca volverá a ser una potencia militar

El Gobierno japonés anunció el lunes que, para el próximo año fiscal, va a rebasar el límite voluntario en los gastos de defensa que durante los últimos 10 años mantuvo en un 1% del producto nacional bruto (PNB). No obstante, el primer ministro, Yasuhiro Nakasone, prometió que Japón no se convertirá de nuevo en una potencia militar, en lo que parece un intento de tranquilizar a sus vecinos.Nakasone declaró que la propuesta de abolir el mencionado límite del 1% se había tomado para dar al país "un mínimo" de fuerza militar. El secretario del Gobierno, Masaharu Gotoda, por su parte, insistió en que Japón no será una amenaza para los países del área.

El fuerte incremento de la partida dedicada a la seguridad nacional -un 5,2%- fue la nota más destacada del austero presupuesto aprobado por el Gabinete nipon para 1987. Dicho presupuesto ha sido disminuido por quinta vez consecutiva y pasa a ser de 32,583 billones de yenes (unos 27 billones de pesetas), frente a los 32,584 billones del presente año.

El capítulo de defensa viene creciendo desde 1981, principalmente ante las presiones de Estados Unidos para que Japón adquiera mayores responsabilidades defensivas en Asia. Para el año fiscal de 1987, que comenzará el próximo 1 de abril, se destinarán 3,517 billones de yenes (poco más de dos billones de pesetas) o, lo que es lo mismo, el 1,004% del PNB japonés calculado para el próximo ejercicio (350,4 billones de yenes), cantidad que sobrepasa el límite impuesto por el Gabinete en 1976.

Casi todos los apartados del presupuesto japonés han tenido recortes o subidas marginales, en consonancia con la política de Nakasone de sanear el déficit público.

Además de los ya citados gastos de defensa, han escapado al recorte presupuestario la ayuda a los países en vías de desarrollo y el bienestar social, que recibieron aumentos del 4,2% y 6,1%, respectivamente.

En cuanto a ingresos, el Gobierno sólo se apuntó una subida de un 1,6% en la partida de impuestos.

La superación del techo del 1% se vislumbra ya como el tema principal que se discutirá en la Dieta (Parlamento) cuando se normalicen las sesiones tras las vacaciones de año nuevo. Todos los partidos de la oposición Japonesa han criticado la medida. Takako Doi, líder del Partido Socialista, el principal de la oposición, calificó la decisión como un acto Imprudente" muy alejado de las directrices marcadas en la constitución pacífica de la posguerra y prometió realizar una campaña de protesta.