La discusión en el Norte
El pensamiento de Miguel de Unamuno ha sido siempre objeto de interpretación, y en ocasiones se ha hecho de él bandera para defender algunas posiciones políticas. Dentro de una obra en constante evolución, entre sus ideas más polémicas figuran las relativas al nacionalismo vasco, hacia el que fue bastante crítico. Esa ha sido la razón de que Unamuno haya sido a menudo un escritor atacado severamente, y hasta denostado, en algunos sectores del País Vasco.Así, críticos y defensores han protagonizado episodios como el retirar una placa de una calle destinada a su memoria o promoverle como si fuera un político en activo en la vida política nacional.
La polémica en torno al pensamiento político del escritor bilbaíno es particularmente relevante en su tierra, pues su vida transcurrió mientras en Euskadi se gestaba y nacía un movimiento que iba a determinar su historia política: el nacionalismo.
Algunos teóricos han sugerido la existencia de una cierta generación del 98 vasca, y de ella sólo habría conquistado fama intelectual la que se expresó en castellano. Así, Pío Baroja, Miguel de Unamuno o Ramiro de Maeztu formarían un bloque que cabría oponer a sus coetáneos, Resurrección María de Azkue o Sabino de Arana y Goiri.
Entender a Unamuno en su dimensión histórica en relación con el País Vasco exigirá en el futuro leer sin ánimo guerrero a todos los que formaron aquellos dos bloques tan poco compactos.
Sólo entonces será verdadera anécdota la reciente afirmación de un dirigente autonómico. que mostró su convicción de que Miguel de Unamuno es, en efecto, el vasco más universal, pues, según dijo, él siempre había podido comprobar en sus viajes la presencia en las librerías de las obras de aquél bilbaíno malhumorado que afirmó un día que el mundo era un Bilbao más grande.
