El movimiento estudiantil
Con el referéndum de la OTAN, la fomulación de Manuel Sacristán, según la cual, para los "empresarios" políticos, el arte de la política es el arte de llevar a los pueblos a donde no quieren ir, no podía tener más triste confirmación. Aquel referéndum marca el final de la transición, que se ha decantado inequívocamente por una democracia indirecta basada en la manipulación de un alud de votos desinformados y en una sucesión interminable de delegaciones de poder.Respecto a la participación, la gran mayoría de los organismos son huecos, lo que deja el.tiempo libre a nuestros gobernantes para dedicarse a protagonismos de alta política, más atractivos que la oscura labor de auscultar la opinión de los gobernados.
El día que el españolito diga ibasta! y quiera manifestar su parecer, no le quedará más remedio que abrir por su cuenta sus cauces de participación cortocircuitando el sistema. El primer aviso ha sonado. Pérez Rubalcaba anda buscando representantes estudiantiles para convencerlos de utilizar los cauces de participación abiertos por la LODE, por la LRU,... De la alta política de diseño de un "moderno" sistema educativo competitivo a la del chapucerismo político, ya no hay, más que un paso. Si mañana el que despiera es el sufrido currante, ¿qué ocurrirá con los sindicatos, tan huecos que no desentonarían en una orquesta de percusión?-
