El Partido Comunista Chino pide a los comités locales que extremen la vigilancia ante las protestas
AGENCIAS El Buró General del Comité Central del Partido Comunista China (PCCh) ha acusado implícitamente a los comités locales de haber subestimado la reciente escalada de manifestaciones estudiantiles en diversas ciudades del país y ha recomendado mantener una extrema vigilancia, dijeron ayer en Pekín fuentes oficiosas. La Prensa china informó, por su parte, que los detenidos tras la manifestaciones estudiantiles en petición de "más democracia", la última celebrada el jueves en Nanjing (Nankin), son seis obreros, acusados por las autoridades de "alterar el orden público".
Las instrucciones cursadas por el PCCh subrayan que grup6s de "elementos nocivos" intentaron sacar partido de los errores y de los fracasos de las autoridades, exagerándolos y utilizándolos con el fin de conducir a los estudiantes a oponerse al partido en las manifestaciones de comienzos de este mes."No podemos ignorar ni menospreciar la situación", agrega el documento. "A partir de ahora debemos redoblar los esfuerzos de educación y de persuasión para que los estudiantes se mantengan del lado del pueblo", señala. El texto, fechado el pasado 26 de diciembre, advierte a las autoridades locales de la posibilidad de grandes manifestaciones organizadas por jóvenes reeducados que fueron enviados por millones a los campos durante la revolución cultural, entre 1966 y 1976, informa France Presse.
Varios centenares de jóvenes reeducados enviados a los campos se manifestaron en abril de 1985 ante el Ayuntamiento de Pekín, bajo una pancarta en la que se decía: "Camarada Deng Xiaoping, sálvanos", para pedir, en vano, su retorno a la capital china.
En cuanto a las detenciones relacionadas con los últimos incidentes, la Prensa china anunció el pasado sábado las de Wang Gushen y Xue Wenzeng, ocurrida tras las manifestaciones celebradas en Shanghal. Ayer se informó que Liu Jun y Wang Zhabin, obreros -como los anteriores- que trabajaban en la compañía de autobuses de Nanjing, fueron detenidos por alteración del orden público", y que un quinto detenido, Chang Kegin, está acusado de haber participado en las acciones violentas ocurridas tras la manifestación celebrada en Nanjing -unos 1.000 kilómetros al sur de Pekín- el pasado 25 de diciembre. El Diario del Pueblo, órgano oficial del PCCh, informó ayer de la citada manifestación, en la que varios miles de estudiantes reunidos en la plaza de la ciudad "detuvieron la circulación, destruyeron comercios, golpearon a los transeúntes e insultaron a las mujeres", según el citado diario oficial.
Finalmente, un obrero de Shangai, Zhang Vi, fue detenido el pasado domingo en Nanjing, después de que se presentara, en las manifestaciones celebradas durante varios días en Shanghai, como responsable del sindicato de estudiantes de una universidad de dicha ciudad, informó el diario local Ximin Wenbao.
En dichas manifestaciones se gritaron lemas como "Fin de la dictadura" y "Entréguennos la democracia", según informaciones difundidas ayer en Pekín.
Por su parte, observadores cle la situación china y algunos participantes en el reciente movimiento se preguntan si éste sobrevivirá. Activistas estudiantiles que,no han querido ser identificados manifestaron dudas sobre.la situación. "Las cuestiones son adónde y cómo iremos después de esto", declaró un dirigente estudiantil a la agencia Reuter. "Nadie parece estar dispuesto a responder a esa cuestión en este rnomento", agregó.
El futuo de la protesta
Algunos profesores interrogados por la citada agencia señalaron que los estudiantes están preparando los exámenes de mitad de curso, previstos para principios de enero, y que sólo después de ese período es probable que se produzcan nuevas manifestaciones.
En este contexto, el Politburó de PCCh celerará una reunión especial para discutir los planes para el año entrante, incluidas las reformas políticas, según señalaron ayer varios analistas en Pekín. La reunión, que probablemente se celebre a finales de enero en la ciudad sureña de Cantón, intentará extraer las enseñanzas pertinentes de las protestas estudiantiles de diciembre, agregaron las fuentes.
Los comunistas chinos, agregan, tienen en sus planes la realización de una reforma política, y algunos de sus dirigentes, entre ellos el líder, Deng Xiaoping, creen que China no puede prosperar a menos que los dirigentes dejen de lado el respaldo del Estado para lograr una mayor eficiencia.
Separando con mayor claridad el papel del partido comunista y el del Gobierno se establece un largo camino que conduce a algo que los occidentales podrían llamar democrático, afirman las fuentes. "Están hablando de cambios' administrativos", indica un diplomático de Pekín.
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