El Rey considera que las libertades son una realidad definitivamente alcanzada
El rey Juan Carlos considera que "la convivencia pacífica y las libertades son una realidad definitivamente alcanzada" como afirma en el discurso de Nochebuena a todos los españoles. Don Juan Carlos recordó, no obstante: "El terrorismo no ha cejado este año en su empeño criminal. Tampoco nosotros cejamos en combatirlo". Entre las aspiraciones -"en las que hemos de profundizar"-, el Rey destacó el "derecho al trabajo" y "el bienestar económico y laboral".
El Rey afirmó que este año se han producido hechos de singular significación para el futuro de la democracia y destacó, entre ellos, la jura de la Constitución en las Cortes del Príncipe de Asturias, a la que daba especial significado por el sentido de "continuidad y de responsabilidad en la vinculación regia a los valores democráticos"."Y no olvido tampoco la lealtad y simpatía que expresó el presidente del Gobierno a mi hijo al serle impuesto el collar de la Orden de Carlos III aquel mismo día en que: el príncipe Felipe alcanzaba la mayoría de edad".
El Rey destacó también el primer año de la participación de España en las instituciones europeas y requirió a la sociedad el esfuerzo necesario para cubrir satisfactoriamente el período de adaptación, "que debe ser un estímulo para nuestro propio desarrollo y, progreso".
"Nuestra participación", añadió el Rey, "en un marco político y económico como el europeo ofrece grandes posibilidades, y a la vez nos plantea importantes retos que debemos afrontar con la confianza y la tenacidad que requieren las grandes empresas; así podremos contribuir también con entusiasmo a la realización moral y material de esa gran comunidad europea que queremos construir. Una comunidad en la que, como tantas veces me enorgullezco en proclamar, trabajaremos sin descanso para garantizar una relación intensa y solidaria con las naciones hermanas de Iberoamérica".
El Rey recordó, al cumplirse 10 años del inicio del proceso democrático, el cincuentenario de una guerra civil. "Lo ocurrido", añadió, "está ya escrito en la historia y alejado de nuestro presente, pero su recuerdo debe servir para que cada uno de nosotros, viejos o jóvenes, protagonistas, testigos o simplemente conocedores de aquellos hechos, reflexionemos en la intimidad de nuestras conciencias y obtengamos conclusiones del recuerdo, borrando cicatrices, eliminando de nuestro ánimo todo vestigio de enfrentamiento o violencia y afirmando el espíritu de paz y armonía que ha de inspirarnos".
"Hemos construido entre todos un sistema político basado en la libertad, la voluntad democrática de las mayorías y el respeto a las minorías, la representación pacífica y constructiva de los intereses y de las ideas y la autoridad legítima de las instituciones".
El monarca destacó la insistencia y claridad con que el pueblo español ha manifestado sus deseos, que han consagrado y justificado normas, acuerdos y esfuerzos dirigidos a facilitar el entendimiento'.
Elogio de los españoles
El Rey elogió de los españoles la sensibilidad, altura de miras y educación ciudadana ejemplar con que han acudido a las urnas en las consultas electorales realizadas en 1986.
"Podemos decir y reconocer que la democracia", añadió el monarca, "basada en el sufragio universal, ha funcionado en sus mecanismos esenciales. Pero además es preciso que todos, los gobernantes desde las instituciones, las organizaciones políticas y sociales desde su representación y los ciudadanos desde el trabajo cotidiano de cada uno, sigamos esforzándonos por hacer cada día más reales los valores que proclama nuestra Constitución".
Asimismo el Rey afirmó que se debe profundizar en las aspiraciones al derecho al trabajo, la cultura abierta y plural y el bienestar económico y laboral.
El Rey se refirió al terrorismo y explicó que esta plaga "no ha cejado en su empeño criminal". "Tampoco nosotros cejamos en combatirlo. Esta plaga, cuya víctima es toda la sociedad, no nos va a derrotar ni ahora ni nunca. Tenemos la razón frente a sus sinrazones. Queremos la paz, frente a la barbarie de unos pocos".
El monarca dijo también que hay que estar preparados-para la celebración, en 1992, del V Centenario del Descubrimiento de América, "fecha histórica del encuentro con los pueblos del otro lado del océano. Ese mismo año tendrán lugar en España grandes acontecimientos, que atraerán sobre nuestra patria la atención del mundo entero". El Rey precisó que esta cita ha de servir para fortalecer el prestigio de España y para facilitar el diálogo y la convivencia entre los pueblos.
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