Las 61 obras de Picasso que se exhiben en el Museo de Arte Contemporáneo volverán a Francia en enero

Las 61 pinturas y esculturas que desde el pasado 25 de octubre se exhiben en el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) serán devueltas a Francia, a Catherine Hutin, única hija de Jacqueline, la última esposa del pintor, justo después del 11 de enero, fecha de clausura de la exposición. Todas estas obras habían sido cedidas verbalmente al MEAC por Jacqueline Roque un día antes de suicidarse en su casa de Mougins, sin dejar testamento ni manifestación escrita de su voluntad.

Aurello Torrente, director de¡ MEAC, reiteró ayer las mismas declaraciones hechas en las vísperas de la inauguración de la exposición: que si antes del día 11 no se ha producido ninguna negociación con la heredera de la viuda de Picasso, las obras serán devueltas a su lugar de origen en las fechas inmediatamente posteriores a la clausura de la muestra. Respecto a estas negociaciones, precisó que estaba al margen, aunque tenía entendido que se estaban realizando desde la Dirección General de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura. El responsable de este cargo, Miguel Satrustegui, declinó ayer hacer cualquier declaración sobre la cuestión.La misma dirección general estudia una solución para el problema suscitado, paralelamente a la incógnita del destino de esta exposición, sobre los derechos de reproducción de las obras que se exhiben en Madrid. Según Spadem, la sociedad gestora de los derechos de la imagen de la obra de Pablo Picasso, los herederos del artista han dejado de percibir aproximadamente cerca de 30 millones de pesetas de la venta de catálogos y carteles editados con motivo de la exposición.

Aurello Torrente, que asegura que esta reclamación se ha efectuado de manera improcedente, afirma que los servicios jurídicos de la Dirección General de Bellas Artes están estudiando una solución económica para el problema. "Tenemos un escrito en el que Jacqueline Roque renuncia a esos derechos de reproducción; y se verá qué es lo que hay que pagar a los nietos. Los derechos los estaba explotando la Fundación Apoyo a la Cultura, que generosamente y sin el menor ánimo de lucro se encargó de buscar los patrocinadores que pagaran los 40 millones que ha costado la exposición. Los beneficios de catálogos y carteles serían para amortizar estos gastos, no para el museo".