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EL CAMBIO EN LA URSS

Las repúblicas asiáticas se resisten a ser controladas

La política del líder de la URSS, Mijail Gorbachov, orientada a controlar con más fuerza el Asia Central soviética -política esbozada el mes pasado en un discurso en Tashkent que no se publicó en la Prensa central moscovita-, parece ir a contracorriente de una considerable oposición entre las poblaciones de estas tierras de antigua conquista zarista.

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Los primeros días de Guenadi KoIbin como primer secretario del partido comunista de Kazakistán, una de las repúblicas centroasiáticas de la URSS, no han sido lo que se dice fáciles. Es ruso, y eso ha lanzado a grupos de estudiantes de Kazakistán a las calles de Alma Ata, capital de la república, en lo que aparentemente han sido violentas manifestaciones que han durado al menos dos días.El líder saliente del partido en Alma Ata, Dimujamed Kunaev, de 76 años, era un buen representante de todo lo que disgusta a Gorbachov sobre el modo en que se ha gobernado Asia Central durante decenios. No sólo porque era un próximo colaborador del ahora despreciado Leonid Breznev, sino que también gobernó su república como un feudo, en el que todo el aparato era más leal a Kunaev que a Moscú.

La situación, según informaciones de la Prensa soviética, era aún peor en la República de Uzbekistán, donde Sharaf Rashidov (que murió en 1983), próximo a Breznev, casi permitió al islamismo suní convertirse en una religión de Estado.

[Breznev toleró el desarrollo de fenómenos negativos y de graves defectos en la vida soviética, según afirmó el jueves en un editorial el diario oficial Pravda. Algunos expertos interpretan este editorial como la puesta en marcha de un proceso de desbreznevización por parte de Gorbachov.]

La batalla contra la tolerancia religiosa, según los comentarios de Gorbachov en Tashkent, es esencial para restablecer una situación auténticamente soviética. Las medidas activas, que ahora se aplican con un desconocido entusiasmo en Uzbekistán, Kirguisia, Tayikistán, Turkmenistán y Kazakistán, incluyen bastantes cierres de lugares sagrados y la persecución de autoproclamados mullahs, según diarios de la zona.

Las preocupaciones centroasiáticas de Moscú son también, en parte, de naturaleza económica. Mientras todos los demás territorios de la inmensa URSS padecen una falta de mano de obra, en Asia Central ocurre lo contrario y la población local no se muestra atraída por las importantes primas que se ofrecen por trabajar en zonas en desarrollo, como Siberia y el Extremo Oriente. Kuriaev y sus homólogos de las repúblicas vecinas siempre se han mostrado partidarios de que Moscú lleve las industrias a sus repúblicas en vez de estimular a la población a marcharse. Unos meses atrás, al cancelar el pro yecto de desvío de aguas de los ríos siberianos hacia Asia Central, Gorbachov dejó claro que consideraba que un exceso de mano de obra no justifica un énfasis especial en el desarrollo de una economía local.

Experimento

Durante los últimos meses, se ha acentuado la llegada de funcionarios de origen eslavo a las repúblicas centroasiáticas, una de las técnicas más evidentes que Moscú utiliza para romper la existencia de oligarquías locales cerradas.Lo ocurrido en el Comité Central de Kazakistán esta semana es un fenómeno nuevo Desde tiempo atrás se ha seguido la práctica de que el primer secretario de una república sea una persona originaria de la misma. Kazakistán es un lugar adecuado para un experimento de este tipo, pues los naturales de esta república representan sólo el 40% del total de sus habitantes yel 15% de la población de la capital, Alma Ata, antigua guarnición zarista.

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