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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Buenos chicos, buenas guitarras

Se habían reunido para llenar el recinto los últimos nuevaoleros madríleños y los primeros aficionados que degustaron el countryrock de los setenta, tan reciclado y renovado en estos días. Los Secretos volvían a presentarse como únicos protagonistas de un concierto en el que su público querido les sonreía ya antes del comienzo deseado.El grupo español, tan castigado por la fatalidad que sorprendió a sus dos anteriores baterías, se ha recuperado, muy dichoso de crear su propio estilo en la música que siempre han adorado, la que aúna el country y, el rock y se mezcla con melodías pop en castellano.

Sus rostros de buenos chicos aparecieron también preocupados por el servicio técnico de sonido, tan deficiente y adverso que Enrique Urquijo, el cantante y principal compositor, reclamó la presencia de alguien en la mesa de control del lateral del escenario. Enrique canta poquito, como antes, pero con el gusto típico de la escuela country, desarrollado y enriquecido de matices. Él y Alvaro, su hermano, consiguieron en directo excelentes dúos vocales, como la tradición estadounidense cuenta y casi ordena. La familia Carter, los Everly, los Burnette, los Allman, los Bellamy y los Urquijo son hermanos que interpretan con timbres muy apropiados para los coros de country.

Los Secretos

Enrique Urquijo, voz Y guitarra;Alvaro Urquijo, segu¿da voz y guitarra solista; Ramón Arroyo, guitarras varias; Nacho Lles, bajo, y Steve Jordan, batería. Sala A Todo Madrid. Madrid, 18 de diciembre. Duración: 93 minutos.

Tres nuevos

Y con ellos, los tres nuevos Secretos, un guitarrista, Ramón Arroyo, enloquecido por estos sonidos en su slide o steel, Nacho Lles y Steve Jordan, bajo y batería, superan cualquier tiempo pasado, que en ningún momento olvidan. Así, ofrecieron temas de su etapa primeriza de pop arreglados al estilo que ahora practican muy decidido.Tocaron Déjame, transformado en balada ligera campestre, y del mismo modo Sobre un vidrio mojado. Los espectadores aplaudieron con mayor pasión el repertorio antiguo y se manifestaron en coros unánimes, prueba de su nostalgia, de su cariño, de unos años no lejanos que estas canciones les despiertan. "Parece que la situación técnica ya está controlada", declaró más tranquilo Enrique, que aún hubo de soportar más de un acople. Fue un recital de guitarras, con punteos que se alternaban Ramón y Álvaro con más precisión que energía, exquisitos para la escucha, blandos para la animación. Acometían cada pieza sin salirse de la pauta ensayada, sin desmadrarse en rock visceral, como a este espectáculo conviene. Los Secretos son más marchosos cuanto más camperos y sus temas instrumentales son puro deleite. Recordaron sus tres años de silencio con el clásico mexicano Volver, según las maneras fronterizas de Ry Cooder y Flaco Jiménez.

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