El ministro fránces del Interior arremete contra los medios de comunicación

El ministro francés del Interior, Charles Pasqua, ha iniciado la contraofensiva, tras aparecer como blanco de múltiples ataques e imputaciones por parte de la izquierda, el movimiento estudiantil y varios medios de comunicación. En unas largas declaraciones por radio, Pasqua anunció el lunes que iba a querellarse contra dos periodistas de Le Monde y contra el director del diario comunista L'Humanité, a la vez que presentaba una petición de secuestro de una emisión del primer canal de televisión sobre los incidentes violentos del Barrio Latino, en la que se ve a los provocadores en plena acción, aparentemente con el consentimiento de la policía.

Los periodistas de Le Monde Georges Marion y Edwin Plenel aseguraron en un reportaje que Charles Pasqua pudo haber autorizado la extensión de un pasaporte falso de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST) a Yves Challier, el principal encartado en el caso del Carrefour du Developpement, primero fugado a Brasil y ahora en prisión en París.La tesis que subyace a las afirmaciones de los periodistas es que el ministro del Interior estaría al corriente de la ayuda prestada por la policía a Challier para que saliera de Francia y viviera en Brasil, a cambio de comprometer gravemente a un ex ministro socialista, Christian Nucci, de quien era jefe de gabinete, y a un ex consejero de François Mitterrand, Guy Penne.

El caso Carrefour du Développement, que empezó como un asunto de corrupción de los socialistas en el poder, se está volviendo ahora en contra de la derecha.

Informes "desestabilizadores"

Los dos periodistas de Le Monde son los autores de las informaciones sobre la voladura del barco Rainbow Warrior, que dieron lugar al llamado caso Greenpeace y a la caída del ministro de Defensa socialista Charles Hernu.Dos agentes de los servicios franceses fueron condenados en Nueva Zelanda por la voladura del barco y la muerte de un miembro de la citada asociación ecologista. Pasqua ha declarado, a este propósito, que no permitirá que estos periodistas "desestabilicen" ahora a la DST.

El director de L'Humanité, Claude Cabane, será demandado por unas afirmaciones que hizo en un programa televisivo de gran audiencia, en las que aseguraba que los provocadores que actuaron en las manifestaciones del barrio Latino estaban dirigidos por la policía.

Cabane basa su acusación en un informe que no ha sido publicado y en un antecedente de 1979, cuando el servicio de orden de una manifestación obrera localizó a un provocador que llevaba carné de policía y su arma reglamentaria.

Finalmente, el primer canal de televisión, TF-1, deberá someterse a la decisión del juez sobre la petición de secuestro de la emisión Les Casseurs (Los rompedores), en la que se puede observar cómo un grupo de militantes de extrema derecha, armados con cascos y barras de hierro, dialoga con un oficial de la policía, que les permite regresar a su facultad y alejarse de una manifestación de estudiantes.

Pasqua considera que ha habido intención de manipulación por parte de los autores del reportaje, con el fin de presentar una escena de connivencia entre la policía y la extrema derecha, inexistente según su parecer.

La contraofensiva del ministro francés del Interior se produce en un mal momento para el orden público.

El atentado fallido del lunes contra el político conservador Alain Peyrefitte, varias veces ministro y actualmente diputado y alcalde de la localidad de Provins; la retirada, hace una semana, de los jurados del proceso contra tres terroristas de Acción Directa; y la fuga, el pasado domingo, de dos militantes de la organización terrorista Iparretarrak de la cárcel de Pau, se unen a un nuevo incidente mortal registrado el lunes en un control policial en Niza y a la continuación de la racha de incendios, en algunos casos criminales, de viviendas humildes en la capital francesa.

El ciudadano venezolano, Héctor Fonsica, de 29 años, murió de un disparo a bocajarro en Niza después de una persecución policial en coche.