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España acepta reducir su producción láctea en un 8,5% durante los próximos dos años

La Comunidad Europea (CE) dio ayer un gran paso hacia la supresión de los costosos excedentes agrícolas al aprobar un ambicioso plan para la reducción de la producción de carne y, sobre todo, de leche, que deberá disminuir obligatoriamente en un 9,5% durante los próximos dos años. Para España, al igual que para los otros dos países que no generan excedentes (Italia y Grecia), el acuerdo establece un tratamiento especial, ya que la reducción será del 8,5% y tendrá carácter voluntario. En el caso de España, el 5,5% de la reducción será voluntaria, mientras que el 3% restante, que ya fue aprobado en un anterior Consejo celebrado en el mes de abril, deberá disminuirse obligatoriamente.

Al término de 90 horas de reunión, los ministros de Agricultura de los doce acordaron disminuir en un 9,5% la producción de leche en dos etapas sucesivas, de aquí a dos años, y rebajar el precio de compra de la carne de vacuno. Cansado, pero visiblemente satisfecho, el titular británico de Agricultura, Michael Jopling, que presidió el Consejo de Ministros, no dudó en calificar de "histórico" el acuerdo logrado, porque permite demostrar que "la política agrícola común (PAC) puede ser controlada, que la Comunidad está en buenas manos y que es incluso capaz de autoreformarse".Para los tres miembros mediterráneos que constituyeron una minoría de bloqueo -Italia, Grecia y España- la nueva disminución será del 8,5% y no tendrá carácter obligatorio sino voluntario, porque el Consejo ha tomado en cuenta que, a diferencia de sus socios septentrionales, estos tres países no generan excedentes lácteos y son incluso deficitarlos en derivados de la leche. Carlos Romero, ministro español de Agricultura, se mostró cauto y se limitó a describir el compromiso alcanzado como un "éxito político de la Comunidad y un éxito relativo" para España. El pasado abril, el Consejo de Ministros ya obligó a España a reducir linealmente su producción lechera en un 3%, con lo que este porcentaje se resta del citado 8,5%. Esta decisión fue recu rrida por el Ministerio de Agricultura español y se encuentra pendiente de sentencia.

Críticas agrarias

Algunas organizaciones agrarías españolas criticaron ayer al ministro por haber aceptado ahora ese 3%, que anteriormente se rechazó por considerar que alteraba las cuotas de producción establecidas en el Tratado de Adhesión. Sin embargo, Romero confirmó ayer que el Gobierno de Madrid mantendría su recurso a esta última medida ante el Tribunal de Justicia europeo, que dará a conocer su veredicto el año próximo.

En el caso español, el grueso de los incentivos propuestos a los ganaderos para que reduzcan su producción de leche serán exclusivamente financiados con fondos comunitarios, según explicó el titular español de Agricultura, mientras que Italia deberá echar mano de sus propios recursos. Los diversos Estados tienen, sin embargo, la facultad de incrementar ligeramente estas primas.

Los agricultores que acepten suspender durante los próximos dos años su producción recibirán unas 15 pesetas por litro y por año, aproximadamente unas 50.000 pesetas por vaca, mientras que aquellos que renuncien definitivamente a su cuota obtendrán, siempre según la delegación española, 7 pesetas por litro y por año durante siete años o unas 240.000 pesetas por animal.

Aunque la disminución sea voluntaria para España, el representante español en la nego elación afirmó que "creía conveniente alcanzar el objetivo fijado porque, por ejemplo, brinda a los ganaderos de la tercera edad la posibilidad de retirarse en buenas condiciones". Algunas organizaciones agrarias españolas dudaban ayer del carácter voluntario de la reducción. Así, la Asociación Nacional de Ganaderos del Reino, adscrita a la organización UFADE, interpretaba que "la opción es voluntaria durante dos años, pero luego, si los ganaderos no reducen en ese 5,5% su producción, la disminución se convertirá en obligatoria". Esta asociación consideraba (que "el acuerdo es durísimo para España, ya que nuestros ganaderos no producen excedentes lácteos como los de otros países del norte de Europa". "Además", afirmaba el portavoz de la asociación, "muchos pequeños y medianos ganaderos pueden acogerse ahora a las ayudas y dentro de unos años encontrarse sin trabajo".

Tras la reunión de Bruselas, Romero se declaró también contento de que en lo referente a la carne de vacuno la reducción de la compra a precio garantizado (intervención) de los excedentes suponga para España "la satisfacción de una vieja aspiración, porque de ahora en adelante el nivel'de la intervención ha quedado igualado en España y en el resto de la CE". "Los ingresos de los agricultores españoles dedicados a la producción de vacuno deberían aumentar ligeramente, sin que por ello suban los precios al consumo de esta carne", indicó el ministro.

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