El Ejército filipino acusa a la guerrilla de atacar a una patrulla y romper la tregua

El Ejército de Filipinas denunció ayer que un centenar de rebeldes fuertemente armados atacaron ayer a una patrulla militar en un monte del centro del archipiélago, en lo que fue calificado como la primera violación del alto el fuego acordado el mes pasado y que entró en vigor el 10 de diciembre. Fuentes del Gobierno afirmaron entretanto que los rebeldes dieron muerte el domingo a un hombre en la isla de Cebú, "por no pagar el impuesto revolucionario".

Los rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA) atacaron en la mañana de ayer durante cinco horas a una patrulla de 19 soldados, en el distrito de Madalang, en el noreste de la isla de Panay, 400 kilómetros al sur de Manila, según informó un portavoz del comando militar de la zona. No hubo heridos en la acción, aseguró la misma fuente.El general Fidel Ramos, que participaba en una reunión con altos oficiales en Cebú, la suspendió y regresó a Manila para entrevistarse con la presidenta, Corazón Aquino, y los miembros de su Gabinete.

Miembros del equipo de Aquino afirmaron que es el Comité Nacional de Vigilancia de la tregua el que debe analizar la importancia del incidente, calificado por Ramos como "el primer enfrentamiento grave desde la entrada en vigor del acuerdo de tregua". La Comisión Nacional de Vigilancia del acuerdo no comentó ayer el caso, como tampoco lo hicieron los representantes de los rebeldes, Satur Ocampo y Antonio Zúmel. "Sólo he sabido del incidente por ustedes, no tengo otras informaciones", dijo Ocampo a los periodistas.

"Los terroristas subversivos rodearon la base de la patrulla, pero nuestros hombres se defendieron y dispararon sus armas. Finalmente, los subversivos se retiraron porque comprendieron que no podrían tomar la base", dijo el coronel Benigno Casio, miembro del cuartel general militar de Panay.

El general Domingo Río, jefe militar de la zona donde ocurrió el incidente, declaró que "se trata de una clara violación al acuerdo de alto el fuego alcanzado entre el Gobierno y los rebeldes".

Por otra parte, el Gobierno ordenó el cierre del aeropuerto de Laoag, en la punta norte de la isla de Luzón, de donde es oriundo el ex dictador Ferdinand Marcos, en prevención de un eventual regreso ilegal de éste.

Los rumores de regreso de Marcos se acentuaron ayer al conocerse declaraciones hechas por éste desde su exilio en Hawaii en las que expresó sus esperanzas de volver a Filipinas pronto. "Espero que, de forma milagrosa, nos veamos estas Navidades", dijo Marcos en una entrevista radiada el domingo, en la que también calificó a Corazón Aquino como "una marioneta de los comunistas".

Un portavoz gubernamental afirmó ayer que el regreso de Marcos "iría contra el interés nacional".