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La OPEP ha perdido 50.000 millones de dólares en 1986 por la caída del petróleo

Los 13 países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han perdido 50.000 millones de dólares en ingresos no percibidos como consecuencia de la caída en un 50% que han experimentado los precios del petróleo en 1986, según afirmó ayer el presidente del consorcio, el nigeriano Rilwanu Lukman, al inaugurar su sexta conferencia ministerial en el año en curso. Para recomponer sus ingresos, la OPEP intenta de nuevo restablecer su vieja estructura de precio único, que lo situaría en torno a los 18 dólares por barril.

En su mensaje inaugural, el presidente defendió como "un precio justo para todos, productores, industria y consumidores" el objetivo de los 18 dólares por barril, pese a que este nivel, si bien es unos cuatro dólares superior al existente en el mercado en estos momentos, está unos 10 por debajo del que se cotizaba hace exactamente un año. Lukman señaló, sin embargo, que los 18 dólares no se han elegido "por casualidad", ya que representan un punto de equilibrio donde coinciden los intereses a medio y largo plazo de los productores, la industria petrolera y los consumidores finales.Pese a estar proclamado el objetivo común de fijar un precio único, la conferencia de la OPEP comenzó entre aparentes divergencias sobre la mejor manera de alcanzarlo. El ministro iraní Gholamreza Aghazaedeh, que se ha convertido en el centro de atención debido al silencio misterioso que mantuvo el saudí Mohiddin Nazer, sucesor del jeque Zaki Yamani, favoreció un recorte inmediato de la actual producción del consorcio (algo más de 17 millones de barriles) como la única vía posible para alcanzar inmediatamente el objetivo.

El iraní, cuya presión sobre el rey Fahd de Arabia Saudí se atribuyó hace dos meses al sorprendente cese de Yamani, no parece contar ahora con el total apoyo de Arabia Saudí, pese a que ambos países, cuyos ministros de Petróleo mantuvieron anoche conversaciones cara a cara, defienden el objetivo común de propulsar al alza el precio del crudo. El iraní manifestó que "todos los países de la OPEP deberían comprometerse a recortar la producción", dando a entender que el consorcio debería redistribuir de nuevo sus viejas cuotas individuales de producción.

Silencio saudí

El inesperado silencio de Nazer impidió ayer confirmar si la supuesta negativa de Riad a reducir su cuota de 4,35 millones de barriles por día es una posición meramente negociadora o una postura definitiva. Pero el mercado, que se muestra desde hace días muy tranquilo, parece dar por supuesto que Arabia Saudí no recortará finalmente su producción y que, por tanto, sería imposible alcanzar un acuerdo efectivo para restablecer el precio de 18 dólares.Los especialistas y brokers petroleros que asisten a la conferencia han apuntado, por otro lado, un problema adicional que enfrenta a los 13 productores. Se trata de la fijación de los denominados precios diferenciales entre los diferentes tipos de calidades de crudo. Esta cuestión ya dividió en el pasado al consorcio y fue una de las causas, aunque no la más importante, que hizo que la OPEP sustituyera su sistema de tarifa única por los denominados contratos netback, que, aceptados mayoritariamente por los países productores, están basados en los rendimientos finales de los productos.

Ayer también se reunieron en Ginebra, al margen del plenario, dos comités, el de vigilancia del mercado y el de los precios. Ambos tratan de redactar su informe recomendatario a la conferencia sobre la demanda prevista de crudo en el semestre del año próximo y sobre los precios que debería fijarse la oferta de la OPEP. Sin ser definitivos los informes, todo indica que ni la demanda ni los precios previstos favorecen la estrategia de precio único a 18 dólares.

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