La mortificación de Shultz
THE NEW YORK TIMESGeorge Shultz testificó que, una vez que fue rechazado su consejo de no intentar el cambalache de arinas por rehenes, dio un paso atrás en el asunto -demasiado atrás, reconoce ahora- y no se le mantuvo informado de aspectos claves de la operación. Shultz sabía poco; McFarlane sabía más. Los dos juntos, sin embargo, han sido incapaces de proporcionar suficiente información como para satisfacer una imperiosa rendición de cuentas. A menos que Reagan encuentre otra solución apropiada.
10 de diciembre
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