El Teatre Lliure conmemora sus 10 años con una exposición

El Teatre Lliure, de Barcelona, cumple hoy 10 años de existencia y lo conmemora con una exposición en la sede del Museo del Teatro. Durante ese tiempo, la compañía, ubicada en el antiguo teatro de la sociedad cooperativa La Lleialtat de Gràcia, se ha convertido en un elemento fundamental de la escena del país. Cerca de 30 producciones como La bella Helena, Al vostre gust o La senyoreta Júlia, avalan la trayectoria de un colectivo que ha dado cabida a algunos de los más importantes creadores e intérpretes del teatro catralán.

Una exposición en el Palau Güell, sede del Museo del Teatro, conmemora en Barcelona el décimo aniversario de la creación del Teatre Lliure, que se cumple hoy. Está previsto que el director y escenógrafo Fabià Puigserver, vinculado al Lliure desde su creación, se desplace hoy desde Milán -donde trabaja en El público, de García Lorca- para estar presente en la inauguración de esta muestra sobre la trayectoria de la companía catalana.Pese a la ingente recopilación de datos, los organizadores señalan que se ha empleado "un punto de vista entrañable y no enciclopédico" sobre el Lliure, "todo un estilo de hacer y entender el teatro". La exposición Teatre Lliure Deu Anys 1976 / 1986, organizada por el Instituto del Teatro de Barcelona, permanecerá abierta hasta el 30 de marzo y está pensada para ser itinerante.

Ocupa la exposición tres plantas del edificio del Palau Güell. A la instalación de la planta baja se accede a. través de un cortinaje circense que procede del espectáculo Fulgor i mort de Joaquim Murieta. Sobre las cortinas, el enorme espejo inclinado que dotaba de una magia especial el montaje de Al vostre gust, de Lluís Pasqual, refleja a los visitantes.

Mundo maravilloso

El diseño de la entrada ya indica que no se trata de una muestra al uso, sino de una mirada muy especial sobre el colectivo formado en 1976.Dentro se abre a los ojos del visitante un mundo maravilloso. Los pies se hunden en una suerte de arena roja -los innumerables trocitos de plástico que formaban el suelo de La flauta màgica- y pueden verse objetos-símbolo que desencadenan una cascada de recuerdos en el aficionado teatral: la larguísima capa del arrogante Agamenón que encarnaba un inolvidable Fermí Reixach en La bella Helena, los gigantes de El balcó (1981), de Genet; dos bellos trajes blancos y un fragmento de piso ajedrezado de El misántrop (1982); el cochecito de Les tres germanes (1979), que caía por unas escaleras, como homenaje a la célebre escena de Acorazado Potemkin...

También está la jaula de Papagueno, y otra, la de La senyoreta Júlia, de Strindberg, en la que Lluís Homar -el criado- escamoteaba hábilmente un pájaro vivo para cortarle el cuello a un simple guiñapo con plumas. Y el traje del payaso Reyes, que contaba la vida de Murieta, y la Virgen de Montserrat de Boadella, y el enorme pez espada omnipresente en Advertencia per a embarcacions petites, de Tennessee Williams...

Estética

"Hacer una exposición sobre el Lliure te obliga a trabajar con su estética, porque es algo muy característico", explicó el autor del guión y textos de la muestra, Joan Castells -el diseño y montaje es del grupo Calidoscopi- "Seleccionamos los más bonitos objetos, o los más sugerentes, o aquellos en los que se advierte un interesante trabajo de transformación. Hemos prestado mucha atención a los suelos, porque siempre han tenido una importancia enorme en los montajes del Lliure, debido a la estructura misma de la sala"."Creemos que el décimo aniversario no es sólo una fecha significativa, sino que corresponde a un momento en que el Lliure necesita ineludiblemente expandirse.