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Los editores piden a Hacienda que modifique el IVA de los libros

El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Pere Vicens, entregó ayer una instancia al Ministerio de Economía y Hacienda en la que solicita oficialmente la reducción del tipo de IVA (impuesto sobre el valor añadido) que se aplica al libro. El documento, que tiene un total de nueve folios, incluye, además de la petición de un proyecto legislativo, una exposición de motivos entre los que se incluye la referencia a un texto de la Comisión de las Comunidades Europeas, del pasado 27 de noviembre, en el que se afirman las condiciones extracomunitarias del libro.

Hasta ahora, los editores habían mantenido los contactos y negociaciones para una posible disminución del IVA que se aplica a los libros con el Ministerio de Cultura, cuya buena disposición chocaba con reticencias, nunca hechas públicas de forma explícita, pero sí en privado, por parte del Ministerio de Economía y Hacienda, que es quien, en definitiva, debe proponer la modificación del impuesto. Precisamente por ese motivo, los editores entregaron el miércoles en el departamento que gestiona Carlos Solchaga un documento de nueve folios en el que piden al ministro que "proponga al Gobierno de la nación que remita a las Cortes Generales el proyecto legislativo que sea procedente para que la entrega e importación de libros figure con tipo de gravamen cero en la ley del Impuesto sobre el Valor Añadido". El texto presentado es conocido por los responsables del Ministerio de Cultura.La predisposición del Departamento de Cultura a satisfacer las demandas de los editores coincide con la del Partido Socialista Obrero Español, según su responsable de cultura, Salvador Clotas. Un alto cargo del partido aseguraba el pasado lunes que también el presidente del Gobierno, Felipe González, y el vicepresidente, Alfonso Guerra, se han manifestado partidarios de reducir el impuesto al libro, aunque estas manifestaciones no han trascendido a la opinión pública. Todo ello podría conducir, según la misma fuente, a que el Grupo Socialista presente una enmienda, en el sentido de reducir el IVA al libro, al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, una vez llegue, al Senado.

Hasta el momento, las dificultades para la reducción al tipo pero se centran en aspectos jurídicos derivados de diferentes interpretaciones del tratado de adhesión de España a la Comunidad Europea. Los editores decidieron encomendar un estudio a diversos especialistas en Derecho Comunitario, quienes afirman que la reducción del impuesto en España es posible. Así lo exponen en el documento ahora presentado a Hacienda: "El actual régimen de exacción del IVA es directa y natural consecuencia del establecimiento del 'mercado común', según las cláusulas del tratado constitutivo de la CE, pues la libre circulación de mercancías constituye uno de sus fundamentos y ella requiere neutralidad tributaría y libre competencia no falseada, ni distorsionada. Ahora bien, un libro escrito en cualquiera de las 10 lenguas de la CE (artículo 3 del tratado de 12 de junio de 1985 firmado en Lisboa y Madrid), está, por sí mismo, fuera del 'mercado común'".

Mercado idiomático

La base de esta interpretación es un documento, de fecha 27 de novimbre de 1985, dirigido por la Comisión de las Comunidades Europeas al Consejo de la propia CE, en el que puede leerse: "Es necesario mantener el espíritu de que, en materia cultural, Europa no puede limitarse estrictamente a nosotros 10 [el documento fue redactado antes de la incorporación de España y Portugal] y pronto a 12 países, sino que es y permanece como tributario de otras corrientes de pensamiento cuyas simbiosis e interacción con las culturas de otros países extracomunitarios no pueden ser, ignoradas".El texto hace referencia a un hecho en el que han insistido los editores para solicitar la reducción del impuesto a los libros españoles: la diferencia entre mercado común y mercado idiomático. "Su área [la del libro] de difusión normal corresponde a la zona lingüística de la que emerge. En la Comunidad de los 10 se pueden contar actualmente tres grandes zonas lingúísticas que no corresponden ni al gran mercado, tal cual es concebido en el tratado para los productos de gran consumo, ni a los mercados nacionales".

El documento de la Comisión establece que el objetivo de la política del libro en la CE debe ser "actuar de forma que en la Comunidad Europea los libros puedan ser más fácilmente escritos, publicados, vendidos y utilizados, y que -en el interior y en el exterior de sus países de origen- puedan ir al encuentro del mayor número posible de lectores". A tal fin, recomienda que la acción comunitaria tenga en cuenta diversos aspectos: los referentes a la creación de la obra escrita, "derechos de autor, fiscalidad, protección social de los autores"; los relacionados con la edición y el intercambio, "precio del libro, IVA, franquicias, apoyos a la traducción"; los derivados de su conservación y difusión, "conservación del patrimonio, racionalización, informatización e interconexión de las bibliotecas, así como mejora de sus accesos al público"; y aquello que tenga que ver con la promoción de la lectura.

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