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Ponce Enrile promete no derrocar a Aquino durante el viaje de la presidenta a Japón la próxima semana

La presidenta filipina, Corazón Aquino, reveló ayer que su ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, le ha prometido personalmente que hará todo lo posible para evitar un golpe de Estado mientras ella permanezca en visita oficial en Japón, la próxima semana. Entretanto, dos periódicos filipinos informaron ayer que el jefe del Estado Mayor, general Fidel Ramos, desarticuló en los últimos días un plan de golpe de Estado preparado por Ponce Enrile para los días en que Aquino se encuentre en Japón. Fuentes gubernamentales dijeron que el Ejército fue puesto en "alerta roja" este fin de semana.

Las amenazas de golpe de Estado contra el Gobierno de Corazón Aquino se han reactivado en los últimos días como consecuencia de los progresos hacia la consecución de una tregua hechos por delegaciones del Gobierno y de la guerrilla comunista. Ponce Enrile, que fue ministro de Defensa del régimen de Ferdinad Marcos, fijó el viernes condiciones para el diálogo con la guerrilla y dijo que las conversaciones de paz "no pueden atentar contra la integridad del Ejército".Según la edición de ayer del periódico Manila Chronicle, que cita fuentes del Ministerio de Defensa, el general Ramos sostuvo la semana pasada varias reuniones con Ponce Enrile para convencerle de que abandonara su proyecto de golpe. El semanario económico New Day corroboró las afirmaciones del Chronicle, y agregó que la presidenta sigue estando bajo fuertes presiones para que haga concesiones a los militares. Según New Day, los mandos militares están dividios entre quienes abogan por un cambio drástico en el poder y los que defienden acuerdos de compromiso, pero todos están de acuerdo en que se continúe la presión sobre Aquino.

El jueves, el general Ramos había advertido de la existencia de elementos "aventureros" e las fuerzas armadas y dado órdenes precisas para "neutralizarlos". Ponce Enrile y Aquino sostuvieron una reunión clave en la noche del jueves, durante la cual el primero dio seguridades de que evitaría cualquier intentona golpista.

Viaje a Japón

"Hemos hablado sobre los rumores de golpe. Sólo puedo decir que [Ponce Enrile] me ha asegurado que nada pasará mientras yo esté en Japón", dijo Aquino a los periodistas.La presidenta viajará mañana a ese país, donde permanecerá cuatro días en visita oficial. Informes periodísticos dan cuenta de que el viernes se produjo una ronda frenética de llamadas telefónicas entre Tokio y Manila para confirmar el viaje de Aquino. Japón es el primer proveedor de asistencia económica de Filipinas, su segundo socio comercial y el segundo inversor en ese país, tras EE UU

El Chronicle dice que el plan de golpe incluía la utilización de fuerzas militares para tomar las empresas estratégicas, las estaciones de radio y televisión y los sistemas de energía.

Los guardias del palacio de Gobierno en Manila dijeron a los periodistas que fueron puestos ayer en estado de alerta tras la publicación del artículo del Chronicle. La presidenta Aquino confirmó la alerta, pero dijo que se trata de una medida rutinaria, que se aplica cada fin de semana desde que fue derrocado el régimen de Marcos.

Una fuente militar próxima a Ponce Enrile, por su parte, desmintió que existiera un plan para tomar el Gobierno. "No hay un golpe de Estado en marcha. Lo que hay es una intensa presión para lograr del Gobierno una política más definitiva (contra la insurgencia comunista). Alguna gente interpreta este descontento como un compló golpista", dijo el informante.

A principios de esta semana, el diario Business Day, citando "altas fuentes militares", reveló supuestos planes para eliminar del Gabinete a los ministros considerados por los militares como "simpatizantes comunistas". El propio Ponce Enrile había pedido en octubre pasado, con el apoyo del vicepresidente Salvador Laurel, el cese de los ministros de Justicia, Neptalí González; Trabajo, Augusto Sánchez; Administración Local, Aquilino Pimentel; Recursos Naturales, Ernesto Maceda; Información, Teodoro Locsin, y los secretarios ejecutivo, Joker Arroyo, y de la Presidencia, René Saguisag.

Precisamente estos ministros, que componen el bloque "progresista" del Gobierno y son denominados "los hombres de Aquino", crearon ayer un nuevo partido político, el Labán (Poder Popular), con el objeto de apoyar a la presidenta y enfrentar a la oposición de derecha. El partido, presidido por el ministro González, fue lanzado ayer en un acto realizado en las afueras de Manila, con la presencia de 2.000 dirigentes.

El vicepresidente Laurel, por su parte, anunció el viernes su apoyo a la ratificación de la nueva Constitución, aunque insistió en que debería preguntarse a los votantes si prefieren una elección presidencial para 1987 o mantener, como propone la Constitución, el mandato de Aquino hasta 1992.

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