Silencio de Shultz y Shevardnadze tras la primera de sus dos entrevistas, de casi cuatro horas

La entrevista que mantuvieron ayer en Viena el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, que inicialmente estaba previsto que durase hora y media, se prolongó tres horas y 45 minutos, lo que de inmediato hizo surgir especulaciones en Viena sobre hipotéticos acercamientos de las posturas respectivas. Pero el hecho de que ni Shevardnadze ni Shultz hiciesen declaración alguna a la salida del ministro soviético de la Embajada norteamericana indujo a una fuente diplomática norteamericana a definir la entrevista como "neutra".

Medios soviéticos de la conferencia sugirieron que Shevardnadze podría retrasar hoy su regreso a Moscú donde en principio asistirá al desfile conmemorativo de la revolución bolchevique. Shultz y Shevarnadze se encontraron en la Embajada norteamericana, en la primera ronda de las conversaciones que hoy continuarán en la Embajada soviética y que suponen el primer contacto a alto nivel entre ambas superpotencias después de la cumbre de Reikiavik.Tras los discursos de Shultz y Shevardnadze ante el pleno de la CSCE en el palacio Imperial de Viena, se mantenían pocas esperanzas de que pudieran producirse avances hacia acuerdos que desbloquearan la situación creada en la capital de Islandia. Ambos reiteraron sus posturas diametralmente opuestas respecto a la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI).

Aunque no se supo ayer cual había sido el contenido y alcance de la larga entrevista, fuentes norteamericanas manifestaron que después de tres horas de conversación a solas entre los responsables de la política exterior de EE UU y, la URSS, se unieron al encuentro las delegaciones de expertos en desarme de ambas superpotencias.

Fuentes diplomáticas en la conferencia, abierta el martes en la capital austriaca, afirmaron ayer que el primer objetivo a cubrir por el, encuentro entre Shultz y Shevardnadze sería el lograr una interpretación común ¿le la situación creada tras la reunión de Reikiavik entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan y el secretario general del PICUS, Mijail Gorbachov.

Shevardnadze se refirió ayer en su discurso a la "creciente especulación política e interpretación sesgada del encuentro soviético-norteamericano". "Es extremadamente importante para todos saber cuáles; son los puntos de acuerde, logrados en Reikiavik para que nos, sirvan ahora como punto de partida", señaló el ministro soviético.

La disposición soviética a tratar estas cuestiones en una conferencia específica de los 35 países de la CSCE en Moscú ha sido recibida con obvio escepticismo por parte norteamericana, pero puede facilitar, si va acompañada por gastos concretos en el terreno humanitario, una postura más conciliadora de Estados Unidos en los otros cestos de la CSCE, sobre cooperación económica y desarme y seguridad.. Shultz había citado en su discurso casos concretos de violación de los derechos humanos por parte de la URSS, entre otros el del físico nuclear disidente, Andrei Sajarov.