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Tintín ingresa en la vanguardia con una obra 'abierta'

Publicado el álbum 'Tintín y el arte alpha', obra inacabada de Hergé

La última secuencia imaginada para Tintín por Hergé, su creador, le muestra preso de unos esbirros que se disponen a fundirlo en el plástico de una escultura de vanguardia. Milu ha logrado fugarse con un mensaje de socorro para el capitán Haddock, pero nunca se sabrá si consigue al fin salvar a su dueño. Tintín y el arte alpha, álbum que Hergé dejó inacabado al morir en 1983, ha sido publicado en Francia, Suiza y Bélgica en el estado de croquis en el que él lo dejó. Libro objeto, según su editor, es también una mirada afortunada a los borradores de un artista. Sería como una propuesta de arte conceptual —corriente que defiende en arte la idea antes que la ejecución—, adecuada si se piensa que Tintín lucha contra una banda de falsificadores de arte.

Henil Rémi, Hergé, quiso siempre que la vida de su héroe terminara con la suya. Pero ocurrió que le alcanzó la muerte cuando el álbum vigésimo cuarto, Tintín y el arte alpha, se encontraba en el límite exacto entre el proyecto y el comienzo de la obra hecha, lo que motivó no pocas dudas en su esposa, Fanny, y en su equipo de colaboradores. Que éstos terminaran la obra quedaba descartado por la voluntad expresa de Hergé. Pero cabía la posibilidad de publicarla tal como Hergé la dejó. Así se ha hecho. "Después de una larga reflexión, opté por permitir la publicación", dijo Fanny Rémy en una conferencia de prensa en Bruselas. "Es una obra inacabada, pero coherente y cargada con toda la violencia y energía de un primer brote".

El resultado no es el más propicio para quien desee descubrir a Tintín, y sí lo es para quienes conocen sus aventuras y se interesen por el proceso de creación de una obra con voluntad de detalle como son las del joven reportero.

Los editores de Casterman prologan el álbum con una advertencia que titulan "Ésta (no) es una aventura de Tintín" Asi se comprende la tirada inicial, de 80.000 ejemplares distribuidos en Francia, Bélgica y Suiza, bastante más modesta que la que lanzó el último álbum completo, Tintín y los pícaros, de 1,5 millones de ejemplares.

Tintín y el arte alpha es caro. Su precio al cambio es de unas 4.100 pesetas. La editorial Juventud, que publica los libros de Tintín en España, se interesa por los derechos y está a la espera de recibir un ejemplar para negociar precios y detalles, según informó Pilar Arilla, de Juventud. En principio, tiene el proyecto de editar el libro, a un precio a ser posible más modesto, para las Navidades.

"Moulinsart, una bella maña na de domingo. En el vasto parque que rodea el castillo todo parece perfectamente en calma. Sin embargo, justo al lado de la habitación donde duerme Haddock, un pájaro carpintero golpea un árbol con insistencia. Todavía dormido. Haddock cree que llaman a su puerta. Responde con un suspiro".

"Haddock: 'Mmm... Mmm... ¿Sí...? Entre...".

"Una voz: 'Su desayuno, capitán".

"Haddock: 'Déjeme dormir, Nestor".

"La voz: 'De ninguna manera. Es preciso que tome su medicina".

"Estupefacto, Haddock abre los ojos. No es Nestor, sino una Castafiore más autoritaria que nunca la que acaba de entrar en su habitación. Y en lugar de su desayuno, es una botella de whirky, adornada de una calavera, lo que sostiene en su mano...".

Ni ardilla ni jardinero

Con esa clásica pesadilla del capitán Haddock comienza Tintín y el arte alpha, en un escenario tranquilo y clásico que recuerda el de Las joyas de la Castaflore. Es curioso ver en la primera plancha de Hergé cómo el autor ha vacilado en incluir, en primer plano, a una ardilla o un jardinero, para rechazar ambas posibilidades.

En la última historia reaparecerán viejos personajes de anteriores aventuras, sin que falten, naturalmente, el profesor Tornasol, los hermanos Hernández y Fernández y el pelmazo de Serafin Lampion. El profesor Tornasol, sordo, mantiene uno de sus ya clásicos malentendidos con el capitán Haddock. Estos malentendidos, aparte su intención humoristica, no suelen ser inocentes. En Objetivo la luna permitían que un indignado profesor, en un enfado de varias páginas, explicara el proceso de creación de un cohete lunar Y en traducción libre, en Tintín y el arte alpha se puede leer: "Tornasol: 'Buenos días amigos míos." "Haddock: '¡Tryphon! ¿Qué tal está usted?" "Tornasol: 'Un poco fresco para la estación, pero enfin... Mira! ¿Qué es esto?" "Haddock: 'Esto, es una obra de Ramo Nache." "Tornasol: ' lo veo, córcholis, que es una hache!... Pero para qué sirve?." "Haddock: ' nada!... ¡No sirve para nada!... Es una obra de arte. Y una obra de arte no sirve para nada. ¡Es eso, el arte!"

"Tornasol: ' los parques?... se burla usted de mi, capitán!... Estoy harto de este tipo de bromas…

"Haddock: 'Pero..." También se anuncia Abdallah, aquel pequeño demonio hijo de un emir (aparece por primera vez en Tintín en el país del oro negro), que martiriza a quien ve con sus bromas, pesadas como un piano sobre un callo; es verosímil pensar que Hergé ya había imaginado alguna trastada para que él la llevara a término con virtuosismo.

Aunque en estado de casi esbozo, Tintín y el arte alpha consigue a veces la historia secundaria y el matiz. Por ejemplo, la crítica de la pedantería que suele rodear el mundo del arte queda patente con una sola réplica de Bianca Castafioie, que intenta explicar el arte alpha: "Es el retorno a los orígenes de la civilización: La rueda, el fuego, el huevo duro..."

Dos bloques componen Tintín y el arte alpha, preparado en parte por los estudios de Hergé, que no añadieron sin embargo un solo trazo. En uno de los dos bloques se reproducen los diálogos, como un guión o una obra de teatro -—descripción de escenarios y entradas y mutis de los personajes—, y en el otro se reproducen las planchas. En ocasiones, como la primera página, existe más de una versión, progresivamente perfeccionada. Reveladoras del profesionalismo y alto nivel de exigencia de Hergé son las anotaciones al margen, que pueden ser ajenas a la historia. También enigmas sugerentes. En la primera versión de la primera página, se puede leer en un margen, escrito con bolígrafo: "¡Hay que batir la mantequilla mientras está caliente! Hay que batir el corazón mientras..."

Muerte en una escultura

La historia de Tintín y el arte alpha consigue un perfecto planteamiento antes de su imprevisto desenlace. El capitán Haddock, huyendo de la Castaflore, se ve obligado a refugiarse en una galería de arte donde se exhibe la última vanguardia, el susodicho arte alpha: una especie de abstracción simbolista basada en letras que con toda evidencia Hergé, el mismo amante del arte, ridiculiza.

Al tiempo, en extrañas circunstancias como se suele decir, mueren dos especialistas de arte, uno de ellos poco después de citar a Tintín para hacerle unas importantes revelaciones. (Esas desapariciones recuerdan los enloquecimientos de los arqueólogos que osaron escarbar en las tumbas incas, en Las siete bolas de cristal).

Tintín está a punto de perecer a su vez en una carretera, en una emboscada tendida por unos oscuros malhechores, pero aunque la suerte le salva es apresado poco después. El jefe de la banda le cuenta sus oscuros designios para el arte contemporáneo y le anuncia su intención de fundirlo en plástico de escultura. No que dará ni rastro de él y será exhibido a la vez en algún museo. Dos gorilas se llevan a Tintín, en tanto que Milu busca desesperadamente al capitán para que acuda a salvar a su dueño.

No continuará la próxima semana. Que cada lector se defienda como pueda.

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