España y Latinoamérica

Muchos europeos aman y odian a América a un mismo tiempo, pero más que nadie los españoles, quienes sienten un interés de antiguos propietarios por la mitad del Nuevo Mundo. Mientras condenan las desigualdades sociales y raciales -olvidando que son en giran parte un legado de la colonización española-, los políticos se dedican a hacer declaraciones solemnes sobre la necesidad de unidad entre España y sus antiguas colonias y su "independencia de las dos superpotencias". ( ... )Aunque el V Centenario del Descubrimiento de América por Colón se cumplirá dentro de seis años, españoles y latinoamericanos preparan ya su celebración. Esto ha hecho que, de forma inusual, trabajen estrechamente unidos en el marco de esa vaga comunidad cultural que ellos denominan Hispanidad.

Delegados procedentes de España, Portugal y 20 países latinoamericanos se han unido en proyectos comunes que incluyen la restauración (le los lugares precolombinos y edificios coloniales y la creación de un mercado común cultural, como lo llama el presidente argentino, Raúl Alfonsín, para eliminar las restricciones en la circulación de libros y cuestiones de arte. Nadie ha sido lo suficientemente descortés como para mencionar la censura existente en Cuba y Paraguay.

Estos esfuerzos son realmente necesarios. Españoles y latinoamericanos saben sorprendentemente poco unos de otros.

( ... ) Cambios recientes han ayudado a tender un puente sobre el océano. El colapso de varios regímenes militares latinoamericanos ha seguido al retorno a la democracia en España. Los demócratas de España y Latinoamérica piensan que estrechar los lazos entre sus países puede fortalecer el sistema democrático en el mundo hispanohablante.

Vinicio Cerezo, el presidente de Guatemala, quien visitó España el pasado 1 de octubre, ha sugerido la celebración de un encuentro en la cumbre de los dirigentes de España y Latinoamérica presidido por el rey Juan Carlos. El monarca español se ha ganado a los demócratas latinoamericanos por su defensa de la democracia y por haber reconocido la cara destructiva de la colonización española.

El fortalecimiento de los laz0s entre España y Latinoamérica es uno de los temas favorito del presidente Felipe González. Tras su primera victoria electoral de 1982, los miembros dé su Gobierno empezaron a cruzar el Atlántico de forma casi cotidiana. Las simpatías procastristas y sentimientos antiamericanos de su primer ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, hicieron las delicias de los izquierdistas españoles.

iCon el sucesor de Morán, Francisco Fernández Ordóñez, las relaciones de España con Cuba y Nicaragua se han enfriado, pero el cuerpo diplomático se ha visto reforzado con la creación de una Secretaría de Estado para Iberoamérica.

Fidel Castro ha tratado de volver a los españoles contra la OTAN y la CE, señalando que su ingreso podría arruinar sus relaciones con Latinoamérica. Pero otros dirigentes latinoamericanos ven a España como una puerta abierta a los mercados europeos y al replanteamiento de su ingente deuda exterior. Pero en este punto, sin embargo, el entusiasmo español tiende a enfriarse. La deuda de los países latinoamericanos con España excede los 10.000 millones de dólares.

, 18 de octubre