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Toda la oposición pide un debate sobre política exterior y seguridad al que acuda Felipe González

Toda la oposición solicitó ayer, en un documento conjunto, la celebración en el Pleno del Congreso de los Diputados de un debate general sobre política exterior y seguridad al que acuda el presidente del Gobierno. La ausencia de éste ayer en el hemiciclo, por haberse desplazado a Bonn para asistir a una reunión del buró de la Internacional Socialista, hizo que Grupo Popular, PNV, nacionalistas catalanes, PDP e Izquierda Unida retirasen las 10 preguntas formuladas al Gobierno acerca del memorándum sobre La vinculación a la OTAN y que querían que respondiese Felipe González.

Esta reacción fue interpretada por el vicepresidente, Alfonso Guerra, como un "nuevo gesto pintoresco" de "esta oposición en tropel, en la que ya no se sabe si Rupérez (PDP) está en Izquierda Unida y Curiel (PCE) es de Alianza Popular". Guerra afirmó que carecía de motivos la retirada de las preguntas por cuanto él se encontraba en el Pleno como presidente del Gobierno, aunque fuera en funciones.La petición de un debate sobre política exterior y seguridad fue formulada después de que los socialistas derrotaran, exclusivamente con sus votos en contra, una moción de Izquierda Unida, apoyada por los grupos parlamentarios ajenos al Gobierno. En la moción se pedía al Ejecutivo el envío al Congreso del memorándum con las características de la vinculación de España a la OTAN.

Decisión del carácter secreto

A esta solicitud, que requería asimismo del Gobierno una explicación definitiva de qué organismo decidió el carácter secreto del memorándum, fue añadida otra del Grupo Popular para crear una comisión especial de seguimiento de las relaciones entre nuestro país y la Alianza Atlántica, así como una propuesta del CDS para celebrar un debate sobre política exterior y seguridad.

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Cuando esta petición fue re formulada posteriormente por toda la oposición en un escrito dirigido a la mesa presidencial del Congreso, Alfonso Guerra caricaturizó esta nueva iniciativa colectiva frente al Gobierno.

La mayoría de los portavoces parlamentarios reprocharon al Gobierno, en la discusión celebrada por la mañana sobre la moción de Izquierda Unida, su negativa a permitir la lectura directa del memorándum a los portavoces parlamentarios en la Comisión de Exteriores.

Enrique Curiel (Izquierda Unida), José Ramón Caso (CDS) y Macià Alavedra (nacionalistas catalanes) coincidieron en resaltar las versiones contradictorias del ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero; del portavoz parlamentario socialista, Eduardo Martín Toval, y del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, al atribuir al Gobierno, la Junta de Jefes de Estado Mayor y a la OTAN, respectivamente, la decisión de hacer del memorándum materia clasificada.

El portavoz del PDP, Javier Rupérez, opinó que el Gobierno ha considerado más importante la seguridad y el secretismo que la transparencia y, en coincidencia con Enrique Curiel, culpó al Ejecutivo de colocar en una situación de ridículo al Parlamento. El portavoz del Grupo Socialista, sólo apoyó la petición de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Grupo Popular) para que el presidente del Congreso, Félix Pons, dicte unas normas "que garanticen la confidencialidad de la información que facilite el Gobierno sobre documentos secretos".

Las peticiones de la oposición fueron derrotadas en una. de las votaciones por 30 votos de diferencia. En las filas del Grupo Popular había más de una veintena de escaños vacíos.

[Por otro lado, el ministro de Defensa, Narcís Serra, participará por primera vez de manera oficial en la reunión del Grupo de Planes Nucleares de la OTAN que se celebrará a fines de este mes en el Reino Unido.]

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