Asturias, primera comunidad española que implantará de forma obligatoria la tutoría entre iguales contra el acoso escolar

El Principado de Asturias se convertirá el próximo curso en la primera comunidad autónoma en implantar de forma integral y obligatoria el programa contra la violencia y el acoso escolar basado en el método de la tutoría entre iguales (TEI) en todos los centros educativos públicos y concertados. La iniciativa, que se desarrollará en dos fases, comenzará en septiembre y se llevará a cabo en Infantil, Primaria y Secundaria.

El programa ―implantado en 2.000 colegios, institutos y centros de educación especial de una quincena de países― funciona convirtiendo al propio alumnado en tutor de sus compañeros más pequeños, concretamente de dos cursos por debajo. Tras recibir un premio del Ministerio de Educación en 2017, el programa también se ha sometido a varias evaluaciones que han constatado que las situaciones de acoso se han detectado a tiempo en el 98% de los casos o, incluso, han desaparecido. Aunque convertirse en tutor es voluntario, hasta ahora el 99% del alumnado de Primaria, ha participado, y el 96% de los de Secundaria.

El programa adquirido por el Principado tiene un coste de 151.250 euros y su creador es Andrés González Bellido. “Estadísticamente, los profesores, al igual que los padres, nos enteramos de un 25% y un 30% de los casos de acoso. Los compañeros en un 99%”, explica. Con alguna experiencia parcial en diferentes localidades asturianas, como Gijón o Avilés, esta será la primera vez que una comunidad autónoma despliegue el programa en todas las etapas educativas. Va a llegar a 92.118 alumnos y alumnas, que son los matriculados en Infantil, Primaria y Secundaria en los centros públicos y concertados del Principado. En estos cursos, el TEI va a ser obligatorio. En FP será opcional, al igual que en etapas no obligatorias.

El TEI es un modelo que involucra a toda la comunidad educativa. Entre sus objetivos figuran la mejora de la integración escolar, el fomento de las buenas relaciones entre el alumnado y la aspiración de lograr una escuela inclusiva y exenta de violencia física, emocional o psicológica. La tutorización emocional entre iguales promueve el respeto, la empatía y el compromiso y su formato consigue implicar, en un periodo de solo dos años, a la totalidad de los estudiantes de un mismo centro educativo, lo que propicia la inclusión. La base del TEI es eminentemente práctica y se sustenta en la experiencia del profesorado de las diferentes etapas. Asimismo, su desarrollo teórico aglutina tres grandes campos de la psicología contemporánea: la teoría de los sistemas ecológicos, la inteligencia-educación emocional y la psicología positiva.

“El objetivo fundamental no es trabajar sobre el acoso escolar, sino sobre las causas que lo provocan. Una buena convivencia disminuye el conflicto; un conflicto que se trabaja desde la perspectiva de la paz y del diálogo, disminuye la violencia, y una violencia que no es sistemática evita el acoso escolar”, defiende González Bellido. Ese es, por tanto, el objetivo del TEI, explicado por su creador, que junto a su equipo impartieron en febrero una primera charla formativa a un grupo de representantes del Servicio de Inspección Educativa, de los Centros del Profesorado y Recursos (CPR), del equipo regional, orientadores y direcciones de Primaria y Secundaria. González Bellido detalla que el programa se basa en la convivencia en el centro y la pertenencia al grupo para prevenir conductas que puedan derivar en diferentes tipos de violencia. “Un escolar que se siente excluido experimenta una bajada de autoestima y autoconcepto y ya le puedes explicar matemáticas o lengua que no servirá de nada. Como profesor y padre me debo a que nuestros alumnos e hijos sean lo más felices posible, generando entornos seguros donde ellos estén bien y que la escuela o la familia sean el último reducto donde refugiarse. En estas situaciones, es fundamental que tenga un referente, un profesor o una profesora, pero es determinante que tenga un compañero mayor que él, que hable su propio idioma y al que le pueda decir qué es lo que le pasa. Sin espectadores no hay acoso”, señala.

Después de la Semana Santa se presentará el programa a los centros asturianos y en mayo se llevará a cabo la formación del profesorado en horario de mañana, con unas ocho horas lectivas. A mediados de septiembre se realizará, asimismo, una jornada para preparar el inicio de curso. En palabras de la consejera de Educación, Lydia Espina, se trata de incorporar al sistema educativo asturiano una apuesta “muy ambiciosa que cuenta con numerosos reconocimientos internacionales y evidencia científica para dotar a la comunidad educativa de herramientas que permitan prevenir y detectar situaciones de acoso escolar”.

Para Espina, supone una “apuesta sin precedentes que involucrará a toda la comunidad educativa y desarrollará prácticas con el objetivo de mejorar la integración, mejorar las relaciones y favorecer una escuela inclusiva sin violencia, mejorando la empatía y el compromiso entre el alumnado”. Espina considera fundamental que todo el alumnado pase por todas las fases hasta terminar siendo tutores o ayudantes de coordinación. “Ningún alumno queda fuera del programa”, ha afirmado, remarcando que se trabajan las causas que generan violencia para prevenir situaciones de conflicto y acoso, favoreciendo conductas positivas y saludables para que puedan ser reproducidas.

En el curso pasado, 2023-2024, se contabilizaron en los centros asturianos 469 aperturas de protocolo por acoso escolar.