Un grupo terrorista armenio pide a Yihad Islámica que "ejecute" a un rehén francés
La presión sobre el Gobierno y la opinión pública franceses no cesa de acrecentarse en forma de nuevas amenazas de grupos terroristas, a pesar de la tregua en la colocación de bombas, que se mantiene desde el 18 de septiembre. Ayer por la mañana, el Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia (ASALA) pedía en un comunicado dirigido al grupo shií libanés Yihad Islámica la "ejecución" del periodista Jean-Paul Kauffmann, secuestrado el 22 de mayo de 1985.
El lunes, los telespectadores tuvieron ocasión de sufrir el impacto emocional que proporcionaba la grabación en vídeo de mensajes del propio kauffmann y de otros dos rehenes, el cónsul adjunto Marcel Fontaine y el agregado de embajada Marcel Carton, secuestrados ambos en Beirut el 22 de marzo de 1985. En los tres mensajes se percibe el horror que están sufriendo estos hombres, que hablan ya con un pie en la tumba a la vez que manifiestan su estupor por el olvido en el que creen que los ha dejado el Gobierno francés.Al impacto producido por las imágenes de los tres rehenes se une un nuevo comunicado del Comité de Solidaridad con los Presos Árabes y del Oriente Próximo, que ha amenazado con reanudar su campaña de terror en París. El comité exige de nuevo la libertad de Georges Ibrahim Abdala, Anis Laccache y Varuyan Garbiyan, este último miembro de ASALA.
La organización armenia, por su parte, además de la tétrica solicitud dirigida al grupo fundamentalista, libanés, ha emitido un comunicado en el que amenaza con atacar intereses franceses, vías de comunicación y transportes, si no se concede la libertad a los tres presos.
Abu Iyad, responsable de los servicios de información de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), considerado el número dos de Yasir Arafat, ha declarado en París que estos comunicados, como el mismo terrorismo antifrancés, tienen un mismo origen en los servicios secretos de Siria. Esta teoría encaja con las; acusaciones del fiscal británico del proceso al ciudadano jordano Nezar Hindawi, acusado de intentar dinamitar un Boeing israelí, en el sentido de que sería miembro de los servicios secretos sirios.
El Gobierno francés, por su parte, sigue intentando ofrecer una imagen sólida y no negociadora, aunque los resultados de sus múltiples y contradictorias declaraciones no contribuye exactamente a esclarecer la situación de los rehenes y la pista de los autores de los atentados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.