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A disposición judicial el guardia civil acusado de matar a un sacerdote en un hostal de Madrid

Los habitantes de Luarca pasaron el día comentando el suceso que protagonizaron el jueves tres vecinos del pueblo: un sacerdote, un guardia civil y su esposa. El guardia civil ha pasado a disposición judicial, acusado de matar al párroco de Barcia cuando éste salía del la habitación de la esposa del primero en un hostal de Madrid. El delegado del Gobierno en Madrid, José María Rodríguez Colorado, informó de los hechos a la jerarquía eclesiástica asturiana, a la que el homicidio pilló tan de sorpresa como al resto de los vecinos de Luarca. Todos apreciaban al guardia civil Luis del Alamo, a su mujer, Constantina Pérez, y al sacerdote Autidio.

"El suceso ha causado una profunda consternación", dijo a EL PAÍS el alcalde de Luarca (20.000 habitantes), Joaquín Morilla García-Cernuda, de Alianza Popular. "Tanto el guardia civil y su esposa corrio el sacerdote", añadió, "eran muy apreciados en la villa y nadie podía suponer lo que ha ocurrido. Nunca había circulado el más mínimo rumor sobre el asunto". Luis del Álamo estaba destinado en la agrupación de tráfico desde hacía más de 15 años. En la localidad asturiana conoció a Constantina y se casó con ella.El sacerdote, el guardia civil y su esposa eran vecinos de Luarca (Asturias). Luis del Álamo Samper, de 46 años de edad, es guardia segundo de tráfico de la Guardia Civil. El sacerdote se llamaba Autidio Fernández Llera, tenía 32 años y desde hace año y medio pertenecía a la parroquia de Barcia, situada a dos kilómetros de Luarca. El triángulo se cierra con Constantina Pérez, de 4,4 años, esposa del guardia civil.

El guardia civil sospechaba que su mujer, Constantina, mantenía relaciones con el cura, que también ejercía como coadjutor en la parroquia de Santa Eulalia, de Luarca.

El miércoles Constantina le comunico a su marido que necesitaba viajar a Madrid para comprar ropa. Al parecer, el matrimonio pensaba abrir una tienda de lanas en la plaza de la Fuente. A tal fin había solicitado la licencia de apertura, y viajaba con cierta frecuencia a la capital de España.

El guardia civil comprobó el miércoles que el sacerdote tampoco estaba en la parroquia de Barcia y llamó al hostal Veracruz, cerca de la Puerta del Sol, en donde se hospedaba su mujer. El guardia civil comprobó que también allí se hospedaba el sacerdote.

Luis del Álamo solicitó telefónicamente a sus superiores ser relevado del servicio que tenía que cumplir el jueves a partir de las siete de la mañana en la agrupación de tráfico de Luarca, a la que pertenece desde hace más de 15 años. Al parecer, alegó encontrarse indispuesto y emprendió viaje en su coche hacia Madrid.

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Cinco minutos antes de las tres de la tarde del jueves, Luis del Álamo anunciaba en la recepción del hostal Veracruz que avisaran a su esposa que le esperaba su marido. El recepcionista le contestó que no se admitían visitas y descolgó el teléfono para avisar a la huéspeda de la habitación 319.

El guardia civil subió hasta el pasillo a tiempo de ver cómo de la habitación de su esposa salía, descamisado, el sacerdote Autidio Fernández.

Según la primera versión policial, el guardia civil disparó al cura sin mediar palabra. Según posterior declaración del acusado, él y el sacerdote mantuvieron un forcejeo y al guardia se le disparó la pistola que llevaba en la mano. El proyectil penetró por la región supramamaria izquierda y salió por la escapular derecha, lo que ocasionó la muerte instantánea del sacerdote.

"Dios juzgará"

Alberto Reigada, vicarilo de Luarca, aseguró que "Autidio era un sacerdote muy joven, muy afectuoso y muy querido tanto en Barcia y en Luarca como en Villayón, donde había ejercido su misión pastoral antes de venir aquí. Había emprendido muchas tareas y su actividad en la junta parroquial era modélica. Participaba en muchas actividades con jóvenes". Para el párroco luarqués "lo sucedido ha sido una completa sorpresa:". "Ahora tenemos que confiar en que sea el Señor quien mejor juzgue y confiar en la misericordia de Dios".Alberto Reigada expresó el "hondo pesar" de todos por el triste suceso. "Estamos todos muy apenados, tanto sus padres como todos nosotros".

Tanto el vicario como sus feligreses afirmaron que Autidio era un sacerdote "muy abierto y afectivo, volcado en las actividades pastorales y sociales, y que promovía todo tipo de actos culturales y juveniles".

El matrimonio formado por Luis del Álamo Samper, de 46 años, y Constantina Pérez, de 44, tiene dos hijos. La víctima, Autidio Fernández Llera, de 32 años, había sido ordenado diácono en 1978, en la catedral de Oviedo, por el arzobispo Gabino Díaz Merchán.

Era cura párroco de Barcia desde hace un año aproximadamente y ayudaba en su labor pastoral al vicario de Luarca, Alberto Reigada. Autidio era natural, de una población próxima a Villaviciosa, también en Asturias, y, con anterioridad había sido párroco de Villayón, localidad próxima a Navia, también en el occidente de la región.

"Un cura muy querido"

El joven sacerdote residía con sus padres en Barcia. Desde que se tuvo noticia del suceso, transmitida por el delegado del Gobierno en Madrid, José María Rodríguez Colorado, al arzobispo de Oviedo y presidente de la Conferencia Episcopal, Gabino Díaz Merchán, y por éste al vicario luarqués, numerosos vecinos del cura y antiguos feligreses suyos de Villayón dieron muestras de la estima que le tenían. El alcalde ratificó que "era un cura muy querido, un chaval majo y bondadoso".Ninguna de las personas con.sultadas en Luarca dijo saber nada sobre las posibles relacienes entre Constantina y el sacerdote, que será enterrado hoy en su localidad natal, en el concejo de Víllaviciosa. El comportamiento de Luis del Álamo no había hecho infundir ninguna sospecha entre sus vecinos de posibles desavenencias matrimoniales.

Los más allegados al cura yal matrimonio estaban ayer muy afectados y prefirieron desistir de hablar sobre la tragedia. El hecho, por sus especiales circunstancias, ha tenido una viva repercusión en la zona occidental de Asturias. Ayer no se hablaba de otra cosa porque en Luarca, que se hizo muy popular por la reciente serie televisiva Primera enseñanza, todos se conocen.

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