Destituido el jefe de la Policía Nacional barcelonesa, Luis de Arjona

El jefe superior de la policía de Barcelona, Agustín Linares, invitó ayer por la mañana al jefe de la Policía Nacional de Barcelona, Luis de Arjona Santana, teniente coronel de Infantería, de 54 años, a que presentase la dimisión del cargo, por considerarle responsable de diversas actuaciones polémicas del cuerpo que dirigía. Las tres actuaciones que han motivado la decisión han sido la carga policial en la Nova Creu Alta de Sabadell, la incapacidad para evitar el enfrentamiento entre estibadores del puerto de Barcelona y la insuficiente vigilancia policial de la sede del Gobierno Civil durante las manifestaciones independentistas del pasado 11 de septiembre.

El teniente coronel De Arjona presentó la dimisión inmediatamente después de habérsele solicitado, y antes del mediodía ya se había despedido de sus subordinados. Como sustitutos se barajaban ayer los nombres del teniente coronel Casanovas y del teniente coronel Casado.La decisión del relevo ha sido adoptada después de una reunión convocada por el gobernador civil, Ferrán Cardenal, con los responsables de los distintas fuerzas de seguridad para exponerles su descontento por diversas actuaciones recientes, que además de aumentar el clima de inseguridad han repercutido muy negativamente sobre la imagen de estos cuerpos.

Fuentes próximas al Cuerpo Superior de Policía, indicaron que el gobernador civil de Barcelona estaba especialmente molesto por la escasa dotación policial existente en las inmediaciones del Gobierno Civil durante la pasada Diada (el cuerpo de guardia sólo se reforzó con ocho agentes más), lo que facilitó la acción de los independentistas, que arrojaron tres cócteles molotov contra el edificio.

La actuación de la compañía de reserva de la Policía Nacional en el campo de Sabadell, el pasado sábado, durante el partido entre el equipo local y el F. C.Barcelona, pudo ser contemplada en directo por los espectadores de TV-3. Los incidentes se iniciaron en las gradas, tras el gol del empate del Sabadell, cuando seguidores de ambos equipos se enzarzaron en un enfrentamiento.

La carga policial fue considerada como absolutamente desproporcionada respecto a los incidentes, y llegó a causar mayor tensión y peligro que el propio incidente inicial.

Los incidentes del puerto de Barcelona, que se saldaron con un herido muy grave y 11 trabajadores contusionados, hubieran podido evitarse, según las autoridades, si la Policía Nacional hubiera actuado a tiempo y con la dotación suficiente.

La dotación policial estaba compuesta únicamente por cuatro unidades de patrulla, que fueron desbordadas fácilmente cuando unos 200 estibadores entraron en el puerto para agredir a los trabajadores en paro contratados por la empresa Contenemar para contrarrestar la huelga convocada por los primeros.