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Una fábrica boliviana de cocaína, escenario del ataque contra una expedición científica

Una impresionante multitud vestida de negro dio ayer su último adiós al científico boliviano Noel Kempff Mercado, mientras el biólogo español Vicente Castelló trataba de reponerse del susto tras haber sido el único superviviente de la matanza realizada, presuntamente por grupos armados de traficantes de drogas, el sábado pasado en la reserva forestal de Huanchaca, en Bolivia. El asesinato del destacado científico boliviano, de 62 años, de su piloto y su guía se produjo, según se ha informado oficialmente, en la mayor fábrica de cocaína hasta ahora descubierta en Bolivia.

La matanza ha provocado suspicacias y dudas respecto a unos hechos que "no terminan de estar claros", según el criterio de autoridades regionales, familiares de las víctimas y hasta más de un miembro del mundo diplomático acreditado en Bolivia.

La información que dio Castelló a las autoridades sacudió también a todo el pueblo boliviano. Las autoridades departamentales organizaron inmediatamente una operación para rescatar los cadáveres y dar con los asesinos.

El periódico El Mundo, de Santa Cruz, que atribuye su información a una fuente que pidió no ser identificada, señala que cuando iba a iniciarse la operación militar "se recibió una contraorden de La Paz, del Ministerio del Interior, que prohibía movilizar tropas de Santa Cruz indicando que las acciones se cumplirían con las fuerzas de Trinidad", es decir, con efectivos policiales apoyados por fuerzas del Ejército de EE UU.

Las justificaciones del ministro

El ministro del Interior, Fernando Barthelemí, explicó ayer que tropezó con varios obstáculos, como el de no poder utilizar aviones de la Fuerza Aérea en una pista que "tenía en medio una avioneta quemada".En Santa Cruz se criticó la "extraña actitud del ministro del Interior", según informaciones periodísticas, mientras que familiares del profesor Kempff Mercado dijeron que "la presión de la población sobre las Fuerzas Armadas hizo que se diera la orden de entrar en acción inclusive contra la misma orden del ministro del Interior".

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Radioemisoras y canales de la televisión dijeron ayer que entre las propiedades colindantes con la reserva de Huanchaca figuraban las del ex ministro de Educación del régimen militar de Luis García Meza, Ariel Coca (considerado como comprometido con el tráfico de cocaína) y la del actual ministro del Interior, Fernando Barthelemí.

"Se trata de hacer aparecer al ministro del Interior como propietario de áreas en la zona de Huanchaca. Debo manifestar enfáticamente que no tengo una sola hectárea de propiedad en ninguna parte del mundo", dijo ayer el ministro Barthelemí, y señaló que quienes dieron esta versión "tienen intereses creados y problemas personales con el ministro del Interior", sin entrar en más detalles.

El yerno de Kempff Mercado, Carlos Vaca Díez, que volvió a Santa Cruz acompañando los restos del profesor, estimó que en el campamento, "una ciudadela" de los narcotraficantes, había "más de 700 barriles de acetona y dos motores de energía eléctrica".

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